Las afirmaciones de varios medios ucranianos y occidentales que responsabilizan a las tropas rusas de la destrucción de las válvulas de la central hidroeléctrica de Kajovka son "insinuaciones y noticias falsas", dijo el alcalde de la localidad de Nóvaya Kajovka, Vladímir Leóntiyev, en un programa televisivo.
La central, situada en la provincia de Jersón, ha sido atacada con misiles por las fuerzas de Ucrania desde el verano pasado, recordó el funcionario. "Hubo un día cuando fueron lanzados más de 70 proyectiles HIMARS contra ella", afirmó Leóntiyev.
A su vez, el jefe de gobierno de Jérson, Andréi Alekseenko, informó que 14 localidades ubicadas a orillas del río Dniéper se encuentran en la zona de riesgo de inundaciones. En esas poblaciones viven más de 22.000 personas.
Desde el servicio de emergencias de la provincia de Jersón condenaron el ataque "terrorista" contra la hidroeléctrica, perpetrado por el "régimen criminal de Kiev". "Como resultado del bombardeo, la estructura de la central hidroeléctrica quedó parcialmente destruida, lo que posteriormente condujo a la destrucción de tres de las compuertas [de la presa] por la presión del agua", detallaron. También consideran que para el ataque las fuerzas ucranianas habrían utilizado el sistema de lanzacohetes múltiple Alder MLRS (RS-2).
Mientras tanto, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, describió en Twitter el bombardeo de este lunes 5 de junio como "un acto atroz, que demuestra una vez más la brutalidad de la guerra de Rusia en Ucrania", que "pone a miles de civiles en riesgo y causa un grave daño ambiental".
Leóntiyev denunció también este martes que las Fuerzas Armadas de Ucrania continúan disparando contra su localidad. "Ahora hay bastantes impactos a lo largo de la línea costera", expresó.
A su vez, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, condenó el ataque a la represa y lo calificó como un crimen de guerra, añadiendo que exigirán "responsabilidades a Rusia y a sus 'proxies'".