La exembajadora de EE.UU. ante la ONU y candidata presidencial republicana Nikki Haley indicó el domingo que el ejército chino es superior al estadounidense en casi todos los aspectos clave.
"Si nos fijamos en la situación militar, ahora tienen la mayor flota naval del mundo. Tienen 340 barcos, nosotros tenemos 293. Van a tener 400 en dos años, nosotros ni siquiera tendremos 350 en dos décadas. Han empezado a desarrollar misiles hipersónicos. Nosotros acabamos de empezar. Están modernizando su ejército, nuestro ejército está tomando clases de pronombres de género", afirmó Haley a Fox News. "Mira lo que están haciendo en cibernética, inteligencia artificial, espacio: nos llevan ventaja", expresó.
Según el medio, Haley ha pedido abiertamente en repetidas ocasiones imponer nuevas restricciones al gigante asiático y cortar los lazos económicos con el país.
Además, la política declaró la semana pasada que Pekín es la "amenaza exterior más peligrosa" a la que Washington se ha enfrentado "desde la Segunda Guerra Mundial". "China es mucho más que un mero 'competidor'. La China comunista es un enemigo […] Tenemos que dejar de perder el tiempo", aseguró.
Las tensiones entre Washington y Pekín
Las tensiones entre EE.UU. y China van en aumento a medida que compiten por el dominio en áreas tecnológicas clave. En los últimos meses, Pekín se ha enfrentado a una serie de sanciones impuestas por Washington a diferentes sectores de su economía.
Asimismo, las relaciones entre las dos economías más grandes del mundo siguen siendo tensas por la postura ambigua de Washington en torno a Taiwán, que China considera parte irrenunciable de su territorio.
EE.UU. no reconoce diplomáticamente la independencia de Taipéi, pero se reserva el derecho de mantener lazos especiales con la isla, que, en su opinión, toma sus propias decisiones.
Así, Washington interactúa con Taiwán a nivel de venta de armas y entrena a su personal militar, mientras que varios políticos estadounidenses han visitado últimamente la isla para sostener conversaciones con sus líderes, provocando el severo rechazo de Pekín.