El presidente alemán no se opone a que EE.UU. suministre a Ucrania bombas de racimo, prohibidas en su país

Aunque considera correcta la prohibición de estas municiones, Frank-Walter Steinmeier asegura que en la situación actual Berlín "no puede interponerse" en el camino de Washington.

Alemania no debe impedir que EE.UU. suministre municiones de racimo a Ucrania, que están prohibidas en territorio alemán. Así lo afirmó el presidente federal Frank-Walter Steinmeier, en una entrevista concedida a la cadena de televisión alemana ZDF el 9 de julio.

En el diálogo con el medio, el político admitió que, aunque considera correcta la decisión del Gobierno germano de prohibir estas municiones, "en la situación actual, [Alemania] no puede interponerse en el camino de EE.UU.". El presidente también manifestó su parcialidad en la cuestión porque firmó personalmente la Convención sobre Municiones de Racimo en 2008, mientras ocupaba el cargo de ministro de Asuntos Exteriores de Alemania. Esa convención fue adoptada en 2008 por 123 países, de los que 111 naciones son parte del convenio y 12 son firmantes.

El viernes 7 de julio, la Administración Biden anunció la decisión de suministrar municiones de racimo a Ucrania. En una entrevista concedida a la CNN, el presidente estadounidense calificó la decisión de "difícil", y añadió que "le llevó un tiempo convencerse de hacerlo".

Mientras tanto, una serie de países, como España, Canadá, Alemania y Austria, expresaron su rechazo al envío de esos proyectiles a Kiev, alertando del peligro que suponen para la población civil.

Por su parte, desde Moscú señalaron que se trata de "un gesto de desesperación y una muestra de impotencia", así como una nueva manifestación de la agresiva política antirrusa de Washington. Según la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, la decisión de EE.UU. no es más que "un intento cínico de prolongar la agonía de las actuales autoridades ucranianas sin tener en cuenta las víctimas civiles".