El portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov, ha afirmado este lunes que, de facto, el acuerdo de granos ya se rescindió y que los convenios al respecto quedaron sin efecto.
"De hecho, los acuerdos del mar Negro dejaron de tener efecto hoy. Como dijo antes el presidente de la Federación Rusa [Vladímir Putin], el plazo del 17 de julio expira", declaró Peskov. El alto funcionario lamentó que "la parte relativa a Rusia en este acuerdo del mar Negro no se aplicó hasta ahora", por lo que queda sin efecto.
En este contexto, Peskov aseguró que Moscú retomará inmediatamente la aplicación de los acuerdos del mar Negro en cuanto se cumplan las condiciones de Rusia.
Por su parte, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, señaló que Moscú había notificado oficialmente a Ankara, Kiev y la Secretaría General de la ONU su objeción a la prórroga del acuerdo de cereales.
Mientras tanto, la ONU recibió la notificación de Moscú sobre la suspensión del acuerdo, declaró a RIA Novosti una fuente de la organización en Estambul.
Poco después, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, aseveró que el acuerdo de granos "pasó a la historia como un éxito diplomático", recoge Anadolu. Además, expresó su esperanza de que Moscú continúe con el acuerdo y aseguró que mantendrá conversaciones al respecto con su homólogo ruso, Vladímir Putin.
Según Erdogan, Ankara siempre ha concedido gran importancia a la continuación del acuerdo y ha realizado activos esfuerzos diplomáticos en este sentido.
El pacto sobre el transporte de cereales ucranianos a través de un corredor seguro del mar Negro fue alcanzado en julio de 2022 entre Rusia y Ucrania con la mediación de la ONU y de Turquía. El acuerdo, que tenía como objetivo ayudar a reanudar los envíos de grano bloqueados por el conflicto, ya se ha extendido varias veces.
Moscú ha denunciado reiteradamente que la iniciativa se convirtió en "la exportación estrictamente comercial de productos alimenticios ucranianos a países 'bien alimentados'". El Ministerio de Asuntos Exteriores ruso señaló que de las 32,6 millones de toneladas de cereales exportados desde el 1 de agosto de 2022 desde los puertos de Odesa, Chernomorsk y Yuzhni, la mayor parte —26,2 millones de toneladas (81%)— se destinó a países de renta alta y media-alta, mientras que los Estados más pobres solo recibieron 862.086 toneladas, es decir, el 2,6 % del cargamento.
Por su parte, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, anunció la semana pasada que para extender el acuerdo de granos los países occidentales tienen que "cumplir con las promesas que han dado".
Según la Cancillería rusa, las "cinco tareas sistémicas" que nunca se cumplieron consisten en:
- Reconectar el banco ruso Rosseljozbank al sistema SWIFT.
- Reanudar los suministros a Rusia de maquinaria agrícola y piezas de repuesto.
- Levantar las restricciones sobre seguros de transporte marítimo y acceso a los puertos para los cargueros rusos.
- Reanudar los suministros de amoníaco por la tubería Toliatti-Odesa.
- Descongelar las cuentas y actividades financieras de las empresas rusas de fertilizantes.
El analista internacional Yusuf Fernández afirmó que la hipocresía de Occidente en reiteradas ocasiones ha puesto en peligro las embarcaciones con granos. También calificó como falsas sus presuntas intenciones de luchar contra la hambruna en los países necesitados.