Ucrania ha empezado a utilizar municiones de racimo estadounidenses contra el Ejército de Rusia, reportó este jueves The Washington Post citando fuentes familiarizadas con el asunto.
Un funcionario ucraniano detalló que las bombas de fragmentación fueron disparadas contra posiciones rusas en un intento por romper las trincheras que frenan la contraofensiva de Kiev. Se espera que las municiones también se utilicen en las cercanías de la ciudad de Artiómovsk (conocida como Bajmut en Ucrania), en Donbass, señala el periódico.
Según los oficiales ucranianos, las bombas de racimo compensarán su significativa desventaja en artillería, armamento y número de tropas.
El Departamento de Defensa de EE.UU. confirmó la semana pasada que ya ha suministrado las municiones a las Fuerzas Armadas de Ucrania. La decisión de Washington provocó críticas de la comunidad mundial y una de las condenas fue de la vocera del Comité Internacional de la Cruz Roja, Fatima Sator, quien advirtió que este tipo de armas "tiene consecuencias humanitarias graves para las comunidades durante muchos años".
Rusia también criticó la decisión de EE.UU. de suministrar a Ucrania bombas de racimo, tachándola de "gesto de desesperación". Asimismo, diversos aliados de EE.UU. rechazaron la entrega de estas municiones, entre ellos Alemania, Austria, España y Canadá.
- Las municiones de racimo, que se usaron por primera vez durante la Segunda Guerra Mundial, pueden emplearse en cohetes, bombas, misiles y proyectiles de artillería. Una vez lanzadas, se abren en pleno vuelo, esparciendo muchas minibombas sobre una amplia zona.
- Los críticos argumentan que, al dispersarse, estas submuniciones pueden mutilar y matar a civiles, a lo que se une el riesgo asociado a los proyectiles sin estallar, que representan un peligro durante años.