La polémica en torno al beso no consentido que el presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, dio en la boca a la jugadora Jenni Hermoso durante la ceremonia de entrega de premios al combinado español tras la final del Mundial femenino, ha dado un nuevo giro este martes tras la difusión de un video en el que la propia deportista bromea sobre lo ocurrido con otras compañeras de equipo.
En la grabación, publicada por la cuenta @Alvise_Oficial en X (antes conocido como Twitter) se ve a las jugadoras discutir lo ocurrido entre risas en el autobús de la selección, aparentemente poco después de la final.
La propia Hermoso muestra la pantalla de su teléfono móvil, en la que aparece la foto del beso entre ella y Rubiales junto con la que el exguardameta de la selección española Iker Casillas le dio a su novia, la reportera Sara Carbonero, cuando lo entrevistaba tras ganar la final del Mundial de 2010 en Sudáfrica. "Ay, como Iker y Sara… Madre mía", dice Hermoso sonriente. Poco después de estallar la polémica, la futbolista emitió un comunicado en el que aseveraba que "en ningún momento" consintió el beso.
En otro momento del video, las futbolistas se arrancan a gritar: "¡beso, beso, beso!". "¿Pero de quién?", se oye preguntar a una de las mujeres. "De Rubi con la Jenni que se han dado un pico", le responden. Finalmente, el propio Rubiales aparece al final del video, envuelto por el grito de las jugadoras, que le corean: "¡presi, presi, presi!".
Por su parte, el presidente de la RFEF se negó a dimitir pese a la avalancha de llamamientos en esa dirección por parte de diferentes líderes políticos y organizaciones feministas en España. Poco después, el escándalo derivó en la suspensión provisional de Rubiales de su cargo por parte de la FIFA, que le abrió un expediente en relación con lo ocurrido.
Mientras, este lunes la madre de Rubiales, Ángeles Béjar, se declaró en huelga de hambre hasta que se encuentre una solución a la "cacería inhumana y sangrienta", contra su hijo