Washington no debe enviar más ayuda a Ucrania hasta que se designe a un inspector general que supervise esta asistencia e investigue los supuestos casos de corrupción, afirmó este lunes Jed Babbin, exvicesubsecretario de Defensa de EE.UU., en un artículo publicado en el diario The Washington Times.
De acuerdo con Babbin, este inspector "podría realizar investigaciones civiles y criminales para determinar qué parte de la ayuda estadounidense a Ucrania se gasta adecuadamente, cuánto se pierde debido a la corrupción y quién se beneficia", así como "recomendar el procesamiento de los perpetradores".
No obstante, los demócratas no quieren investigaciones sobre la corrupción vinculada con Kiev porque protegen al presidente de EE.UU., Joe Biden, y su hijo Hunter, opina el autor. "Los demócratas en el Senado ciertamente se opondrán y harán todo lo posible para acabar con cualquier esfuerzo de este tipo. Temen lo que encontraría un nuevo inspector general al examinar la posible corrupción en Ucrania, tanto pasada como presente", destacó.
Además, el columnista subrayó que existe una presión considerable por parte de los republicanos, tanto en el Congreso como por parte de los precandidatos para las presidenciales de 2024, para que Washington deje de ayudar a Ucrania. Esta presión, según Babbin, refleja un "sentimiento considerable en el Congreso y entre el público para poner fin a esa ayuda", especialmente porque "la contraofensiva ucraniana va demasiado despacio".
"Es posible que descubra que algunos de esos fondos se han desviado para proporcionar sobornos"
Babbin también recordó dos casos de corrupción vinculados con Ucrania y la familia Biden. En primer lugar, el ex fiscal general de Ucrania Víktor Shokin, quien investigaba la corrupción acerca de la empresa de gas Burisma, en la cual Hunter Biden fue miembro de la junta directiva, fue despedido porque lo solicitó su padre, quien entonces ocupaba el cargo de vicepresidente en la Administración de Barack Obama. "En enero de 2018, Biden se jactó, en video, de que, como vicepresidente, había amenazado al entonces mandatario ucraniano, Piotr Poroshenko, con retener 1.000 millones de dólares en préstamos si Shokin no era despedido. Biden continuó alardeando de que la amenaza funcionó", dijo.
En segundo lugar, el propietario de Burisma, el oligarca ucraniano Nikolái Zlochevski, en 2016 le dijo a un informante del FBI que "cuesta 5 [millones de dólares] pagarle a un Biden y 5 [millones de dólares] a otro Biden". En este contexto, Babbin constató que el inspector general podría obtener "evidencia de corrupción (pasada y presente) que nuestra ayuda de 77.000 millones de dólares a Ucrania ha financiado".
"Es posible que el inspector general descubra que algunos de esos fondos se han desviado para proporcionar sobornos al presidente, a su hijo Hunter o a la red de empresas que enturbian los negocios de Hunter", aseveró el columnista.
En julio, la Casa Blanca y su Oficina de Administración y Presupuesto (OMB, por sus siglas en inglés) se opusieron a la iniciativa de los legisladores republicanos de designar un inspector general para Ucrania.