El flamante ministro de Relaciones Exteriores de Perú, Javier González-Olaechea, tiene pocas horas en el cargo y ya se han difundido en redes sociales múltiples polémicas suyas y parte de lo que sería su visión e ideología ultraderechista.
El año pasado el doctor en Ciencias Políticas e internacionalista alabó el gobierno del dictador chileno Augusto Pinochet (1973-1990) y puso en duda la muerte, "desde el punto de vista científico", del derrocado expresidente Salvador Allende (1970-1973).
"Nunca se ha podido certificar la muerte desde el punto de vista científico de Salvador Allende, pero claro, los muertos terminan siendo mitos. Finalmente, lo que sobrevino después fue un gobierno con mucha racionalidad económica", afirmó.
En el programa 'Combutters' que transmite el canal local Willax, González-Olaechea justificó las violaciones a los derechos humanos en Chile "porque hubo mucha violencia izquierdista". Entonces Pinochet "tuvo que actuar represivamente", añadió.
"Realmente ofensivo con nuestros hermanos chilenos y con un país amigo que hayamos nombrado a esta persona como canciller", opinó el especialista en Derecho Internacional, Alonso Gurmendi, en su cuenta en X.
Cerrar frontera con Bolivia
En enero de 2023, en plena ola de manifestaciones antigubernamentales, defendió la tesis de cerrar la frontera con Bolivia "por un tiempo".
"Bolivia nos exporta violencia, nos manda ponchos rojos. Es uno de los actores externos que desestabiliza la democracia peruana", aseveró al programa 'Rumbo Minero'.
En septiembre pasado, en la columna que escribe en el centenario diario El Comercio, criticó la "abierta injerencia" de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) tras el duro informe que emitió sobre la represión de las protestas contra la presidenta peruana Dina Boluarte.
"Resultando indispensable erradicar el direccionamiento ideológico, toca emprender uno de dos caminos: o se batalla desde dentro para erradicar sus múltiples males —incluidas auditorías contables y de cumplimiento de normas éticas— o se denuncia el tratado", dijo.
En ese sentido, se expresó a favor de denunciar el Pacto de San José para que Perú abandone la CIDH, contrario a la posición que ha manifestado el Gobierno de Boluarte incluso ante el propio órgano internacional. "¡Batallemos!", cerró.
"Contrabando ideológico"
El mes anterior, en un evento organizado por la bancada del partido ultraderechista Renovación Popular, mencionó los "dos principios fundamentales" de las sagradas escrituras, como "el orden divino y el ser increado".
El nuevo canciller llamó a dotar a la sociedad de una "renovada esperanza en la fe y en los valores que nosotros pretendemos defender, aun cuando esta forma nueva de materialismo, dialéctico o no dialéctico, se expresa a través de la digitalización de los procesos".
En compañía del congresista Jorge Montoya y el controversial exministro de Educación, Oscar Becerra, también abogó por combatir el "contrabando ideológico, conceptual y filosófico que pone en cuestión los pilares fundamentales sobre los cuales se ha erigido la civilización".
Su estreno en el Congreso
González-Olaechea se reunió este miércoles con el presidente del Congreso de la República, Alejandro Soto Reyes, quien le deseó éxitos en su gestión al frente de la Cancillería peruana.
Posteriormente le solicitó permiso a Soto para asistir este jueves al pleno con el objetivo de sustentar un nuevo viaje de Boluarte a EE.UU. para participar en la próxima cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC, por su sigla en inglés).
El objetivo del Ejecutivo es que Boluarte despache nuevamente de forma remota mientras está en EE.UU. del 14 al 18 de noviembre próximo.
González-Olaechea asumió la jefatura de la diplomacia peruana luego de la fallida reunión bilateral de Boluarte y su homólogo de EE.UU., Joe Biden, que provocó la renuncia de la excanciller Ana Cecilia Gervasi.
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