Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y el Reino Unido están presionando a Liberia, Islas Marshall y Panamá para que garanticen que los barcos que llevan sus banderas no transporten petróleo ruso vendido por encima del precio máximo, informó Reuters este sábado citando a sus fuentes.
Según el reporte, los petroleros rusos a veces cambian su bandera para transportar mercancías, y los tres países mencionados han permitido a los buques rusos realizar esta práctica.
Liberia, Islas Marshall y Panamá fueron advertidos mediante cartas acerca de "una mayor elusión del límite de precios del G7 sobre el petróleo ruso y acerca del alto nivel de riesgo asociado a los buques que no cuentan con seguros occidentales" y buscan llevar otras banderas, señala la agencia.
Las misivas las firmó Lindsey Whyte, jefa de finanzas internacionales del Tesoro del Reino Unido, John Berrigan, jefe de la unidad de servicios financieros de la Comisión Europea, y Brian Nelson, subsecretario del Tesoro de EE.UU. para Terrorismo e Inteligencia Financiera.
El objetivo principal del aviso no es reducir la cantidad de barcos que transportan petróleo ruso, sino reforzar el cumplimiento de las sanciones para que a Rusia le resulte más caro transportar su petróleo sin utilizar los servicios occidentales. Asimismo, se pretende influenciar en los países que compran petróleo fuera de la coalición de precios máximos para obtenerlo con descuento, indicaron las fuentes.
Las sanciones occidentales
En la larga lista de restricciones occidentales destaca el embargo de la UE a los suministros marítimos rusos de crudo, vigente desde diciembre de 2022, y a los productos derivados, que entró en vigor el 5 de febrero de 2023. Asimismo, la UE, el G7 y Australia fijaron un tope de 60 dólares por barril al precio del petróleo que vende Rusia.
Sin embargo, a mediados de noviembre se informó de que el tope al precio del petróleo ruso no está funcionando. Asimismo, en septiembre se reportó que el G7 y sus aliados suspendían sus revisiones periódicas del tope al precio del petróleo ruso, ya que el incremento de los precios mundiales del crudo y la decisión de Rusia de acudir a los servicios de empresas transportistas no occidentales convirtieron este mecanismo restrictivo occidental en un esquema inoperante.