La FIFA ha dado a conocer los motivos por los que inhabilitó durante tres años al expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, que está siendo investigado en los tribunales por los presuntos delitos de agresión sexual y coacciones tras besar a la jugadora Jenni Hermoso.
Según un informe de más de 30 páginas, firmado por el presidente de la Comisión Disciplinaria de la FIFA Jorge Iván Palacio, ahora Rubiales no podrá tener ninguna relación con cualquier actividad futbolística federada. El documento indica que la FIFA se acoge al artículo 13 de su Código Disciplinario para aplicar esa medida.
"El Comité consideró esencial subrayar que tal beso [...] era completamente inaceptable [...] independientemente de que hubiera sido consentido o no", reza el texto de la resolución de la FIFA.
También indica que, al representar a todo un país que acababa de ganar el torneo femenino más prestigioso y al ocupar el cargo más alto dentro de la asociación, "se espera que su presidente se comporte con el máximo nivel de compostura y discernimiento".
El documento explica que la decisión ha sido tomada no solo por el beso a Jenni Hermoso, sino por otras acciones como el tocamiento de sus genitales, lo cual la FIFA considera un gesto "que refleja una actitud misógina". "Hoy en día, España es un ejemplo de igualdad de género y de su compromiso con esta lucha, como demuestra su selección nacional femenina de fútbol, especialmente en el contexto del presente procedimiento disciplinario. Este gesto está empañando definitivamente la imagen de España y la comprensión general de la cultura española", indica.
La resolución recuerda que "en varias imágenes tomadas durante las celebraciones posteriores [...], el demandado lleva a la jugadora española Athenea del Castillo sobre su hombro", mientras que en otro vídeo se puede ver a Rubiales dando un beso en la mejilla a la futbolista Olga Carmona.
Además, la FIFA denunció que Rubiales no había presentado ninguna disculpa a Jenni Hermoso, "ni públicamente ni al menos en privado", y persistió en su negación, afirmando que el beso fue consentido.