Otra de las banderas de campaña del flamante presidente libertario, Javier Milei, promete mucho revuelo en las próximas semanas: la derogación de la actual ley de alquileres, un tema que divide profundamente a propietarios e inquilinos en una Argentina devorada por la inflación.
La realidad es que el texto actual no resolvió ni la escasez de oferta ni la escalada de precios. La diferencia de posturas, incluso dentro del anterior gobierno peronista, está en cómo resolver una cuestión que afecta a ocho millones de inquilinos, en vista además del preocupante escenario tras el plan de 'shock' económico impuesto por el mandatario.
Este jueves, el vocero del gobierno, Manuel Adorni, dijo en su rueda de prensa matutina que "habrá novedades" en las próximas semanas y adelantó por ahora que la ley que será reformada promoverá "la libertad de las partes" en los nuevos contratos.
"Entendemos que [el nuevo texto] le ha hecho mucho daño al mercado inmobiliario y todo lo que le hace daño a la gente será subsanado y corregido", sostuvo.
"Con libertad monetaria"
Poco después de asumir, Milei confirmó que pretender salir de ese texto y dijo que los contratos serán entre las partes y sin ningún tipo de regulación estatal, es decir, regresar a los contratos regidos por el Código Civil y Comercial.
Además, fiel a su promoción de la "libertad monetaria", dijo que los contratos podrán ser en dólares y que flexibilizarán la duración y otras cláusulas.
En octubre pasado, la Cámara de Diputados reformó la conflictiva ley sancionada en 2020. Entre otras cosas, estableció que los contratos, de un mínimo de tres años, deben publicitarse y fijarse en pesos argentinos y su valor debe ajustarse por intervalos no inferiores a seis meses, en vez de un año.
Esa modificación buscaba aliviar la situación, en un contexto de una inflación de más del 160 % interanual y un dólar disparado en el mercado negro y accesible para pocos.
La oferta de alquiler había caído fuertemente en medio de dudas de las propietarios y el aumento de los rentas turísticas temporales, pagadas en dólares.
Pero la reforma prácticamente no tuvo tiempo de implantarse todavía y la situación está cada vez peor.
"Institucionalizará la ley de la selva"
En declaraciones al diario Página/12, Juan Arrizabalaga, referente de la Federación de Inquilinos Nacional, aseguró que la derogación de la ley "va a profundizar la crisis del acceso a la vivienda que ya existe".
"Se deja la puerta abierta a que la vivienda profundice su aspecto como mercancía dolarizada y el impacto al acceso a tierra y vivienda", explicó.
En previsión de lo que pueda pasar, la asociación Inquilinos Agrupados advirtió el miércoles que está conformando "un equipo legal" para aquellos que no puedan pagar el alquiler "por despidos y/o inflación".
Gervasio Muñoz, referente de la asociación, advirtió que "la derogación de la ley de alquileres -tan pedida por el mercado, los medios de comunicación y el propio Sergio Massa- institucionalizará la ley de la selva para acceder a la vivienda".
"Las organizaciones inquilinas del país, por supuesto, seguiremos defendiendo a los inquilinos y si es necesario redoblaremos la pelea", aseguró.
"Al otro día se reactiva"
Desde el sector de los propietarios y promotores la medida es muy bien vista y esperada.
La semana pasada, el expresidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina y presidente del Real Estate Business, Innovation & Technology Institute (REBITI), Alejandro Bennazar, dijo en una entrevista que si Milei deroga la ley "al otro día automáticamente se reactiva el mercado inmobiliario".
Bennazar explicó que, en caso de que se derogue, muchas de los 800.000 viviendas a la venta actualmente, cuatro veces más de lo habitual, volverían al mercado del alquiler.
"Con la ley actual, el propietario prefiere retirar las propiedades y con lo poquito que queda el mercado se ha desmadrado (...). Perjudicaron tremendamente al inquilino también", declaró.
Si te ha gustado, ¡compártelo con tus amigos!