El Gobierno ucraniano está presionando al nuevo comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, el coronel general Alexánder Syrski, para que presente un nuevo plan que ayude a superar el "estancamiento" en el campo de batalla, informa CNN.
De acuerdo con el medio, su predecesor, Valeri Zaluzhny, perdió su puesto en parte por calificar la situación en el frente de "punto muerto" tras el fracaso de la ampliamente anunciada contraofensiva ucraniana. Además, se señala que el presidente del país, Vladímir Zelenski, también se sintió irritado por las sugerencias del excomandante de que se necesita una mayor movilización para cambiar la situación.
Así, los dirigentes políticos de Ucrania esperan que Syrski, que anteriormente fue comandante de las Fuerzas Terrestres del país, sea capaz de desarrollar una estrategia que evite el "estancamiento" y, al mismo tiempo, no requiera demasiadas tropas nuevas.
Syrski fue nombrado el jueves, sustituyendo a Valeri Zaluzhny, tras semanas de rumores de que el presidente pretendía destituir al general, con el que se habían ido acumulando tensiones desde hacía tiempo. Al anunciar la renovación de las Fuerzas Armadas, Zelenski destacó que todos los mandos tendrán, a partir de ahora, la misma "visión de la guerra".
Cabe recordar que el coronel general estuvo al mando de las tropas ucranianas en la estratégica ciudad de Artiómovsk (conocida como Bajmut en Ucrania), en Donbass, liberada por las tropas rusas en mayo del año pasado. Los medios occidentales señalan que debido a su estilo de llevar a cabo los combates, ejemplificado con la enorme cantidad de bajas entre sus tropas desplegadas en la urbe por mantenerlas "bajo fuego durante demasiado tiempo", ha sido apodado "el carnicero" entre algunas de sus tropas.