FT: UE y EE.UU. en frenéticas reuniones para evitar la guerra en Oriente Medio

La presión diplomática occidental tiene lugar ante el temor a un conflicto regional más amplio tras el asesinato del líder del politburó de Hamás y un alto comandante de Hezbolá.

Diplomáticos de EE.UU. y la Unión Europea están manteniendo conversaciones urgentes sobre la situación en Oriente Medio en un intento por evitar una guerra a gran escala en la región tras los recientes asesinatos de un alto comandante del movimiento chiita libanés Hezbolá y del líder del politburó del grupo palestino Hamás. Así lo informó el miércoles Financial Times, citando a sus fuentes.

"Todo el mundo está desde anoche presionando a Teherán para que no responda y contenga esto", aseveró un diplomático occidental que participó en las discusiones. Según las fuentes de FT, las conversaciones se centraron en convencer a Teherán de que no responda o que lleve a cabo una "acción simbólica".

Así, Brett McGurk, coordinador de la Casa Blanca para Oriente Medio, mantenía reuniones en Arabia Saudita, mientras Enrique Mora, secretario general adjunto del Servicio Europeo de Acción Exterior, hablaba con funcionarios en la capital de Irán.

"Mora utilizó sus interacciones con funcionarios de la Administración iraní entrante [del presidente Masoud Pezeshkian] en Teherán para transmitir la posición de la UE sobre todas las cuestiones relacionadas con Irán que preocupan", aclaró el portavoz de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Peter Stano.

Asimismo, el Gobierno de Joe Biden celebró el miércoles consultas urgentes con Tel Aviv, así como con otros aliados y socios que puedan tener influencia sobre Irán, para tratar de mantener a todas las partes alejadas de un conflicto más amplio.

Por su parte, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, habló con sus homólogos jordano y catarí, al tiempo que el secretario de Defensa de EE.UU., Lloyd Austin, lo hizo con su par israelí, Yoav Gallant.

La presión diplomática occidental tiene lugar ante el temor a que se desate un conflicto regional más amplio, ya que Irán y Hezbolá prometieron vengar el asesinato de los líderes Shukr y Haniya.