La triatleta Jolien Vermeylen, representante de Bélgica en los Juegos Olímpicos de este año, compartió su desagradable experiencia de nadar en el Sena.
El miércoles se celebraron en París las primeras travesías a nado por el Sena. Antes, los entrenamientos y competiciones de triatletas se habían cancelado varias veces debido a la suciedad del agua. No obstante, las autoridades locales culparon a las recientes lluvias de la propagación de bacterias causantes de infecciones y aseguraron que el río estaba en condiciones para nadar.
La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, incluso se dio un chapuzón a mediados de julio, en un intento por convencer a los escépticos de que no estaba contaminado. Sin embargo, los atletas que tuvieron la oportunidad de comprobar de primera mano si el Sena está realmente en condiciones comparten experiencias negativas en lo referido a la natación en el río.
"He bebido mucha agua, así que mañana sabremos si estoy enferma o no. No sabe a Coca-Cola ni a Sprite, obviamente", bromeó Vermeylen, citada por medios locales. "Nadando bajo el puente, sentí y vi cosas en las que no hay que pensar demasiado. El Sena está sucio desde hace 100 años, así que no pueden decir que la seguridad de los atletas es una prioridad. Eso es mentira", agregó.
"Ya pensábamos que el día de la carrera el agua estaría milagrosamente buena, y mira... Anoche llovió, así que no puede estar buena", continuó. La atleta explicó que "si la carrera no se hubiera celebrado, habría sido una desgracia para la organización, para París, para Francia". "Era ahora o nunca, y tampoco podían cancelar la carrera por completo. Ahora solo tienen que esperar que no haya demasiados atletas enfermos", denunció.
Además, Vermeylen apuntó a los problemas con la corriente del Sena. "La corriente no debería superar 1,0 m/s y creo que rondaba los 0,9. En un momento dado, pasamos junto a un barco y apenas avanzábamos", relató.
Entre otras deportistas que criticaron a los organizadores del evento se encuentra la triatleta española, Miriam Casillas. "Para nada han pensado en las atletas. Han pensado más en el escenario, en la imagen, en que quede bonito y en vender en el Sena", indicó. El canadiense Tyler Mislawchuk reveló que se sintió mal y vomitó 10 veces tras la carrera.
Mientras tanto, bañarse en el río Sena, que no se caracteriza por sus aguas cristalinas, está prohibido desde 1923. Los primeros días de junio, un mal funcionamiento del sistema de bombeo provocó el vertido al río de alrededor de 50.000 metros cúbicos de aguas residuales, lo que puso al Gobierno francés en apuros en su carrera contrarreloj por limpiar las aguas de cara a los Juegos Olímpicos. Las pruebas hídricas mostraron el mes pasado que los niveles de bacterias fecales 'Escherichia coli' y 'Enterococcus' estaban por encima de los límites autorizados establecidos por las federaciones deportivas y los estándares de baño europeos.