El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, de visita en Chile, donde sostuvo un encuentro con su par Gabriel Boric, se refirió a la posición conjunta que tiene con los gobiernos de Colombia y México sobre el reciente proceso electoral venezolano donde resultó ganador el mandatario Nicolás Maduro.
Durante su discurso, en el que se refirió a una "nueva era" en la relación con el país sureño, se refirió a las iniciativas que ha emprendido con sus pares Gustavo Petro y López Obrador con relación al proceso político venezolano.
"El respeto por la soberanía popular es lo que nos mueve a defender la transparencia de los resultados", aseveró el jefe de Estado brasileño, quien además manifestó que su país había salido de un "apagón diplomático" ocurrido durante la administración del derechista Jair Bolsonaro.
Asimismo, dijo: "El compromiso con la paz es lo que no lleva a pedir un diálogo y promover el entendimiento entre el Gobierno y la oposición".
Una llamada de Macron
El presidente brasileño informó además que conversó telefónicamente con su homólogo Emmanuel Macron, quien elogió la posición de Brasil, Colombia y México, recogida en una nota conjunta de la semana pasada. Dijo además que la postura brasileña "es un estímulo al diálogo entre el Gobierno y la oposición venezolana".
Al respecto, Lula "reiteró su compromiso con la búsqueda de una solución pacífica entre las partes que respete la soberanía del pueblo venezolano", según el portal web de Planalto, sede del Gobierno.
La semana pasada, en un comunicado conjunto, Lula, Petro y López Obrador manifestaron que "las controversias sobre el proceso electoral deben ser dirimidas por la vía institucional" y aseveraron que "el principio fundamental de la soberanía popular debe ser respetado mediante la verificación imparcial de los resultados". Previamente, los mandatarios habían sostenido una conversación telefónica para hablar de la situación venezolana.
La participación de Brasil ha sido activa tras el evento comicial venezolano, puesto que acordó con Argentina y Perú custodiar sus misiones diplomáticas, los bienes, archivos y representación de sus intereses en Venezuela.
Esta determinación se tomó después de que Caracas rompiera sus relaciones con Lima, en respuesta a las declaraciones de las autoridades peruanas que pusieron en duda el triunfo de Maduro como presidente reelecto, tras los resultados ofrecidos por el Consejo Nacional Electoral (CNE).
Asimismo, el país suramericano decidió retirar la semana pasada al personal diplomático de Argentina, Chile, Costa Rica, Perú, Panamá, República Dominicana y Uruguay, y exigió a esas naciones que hicieran lo propio en territorio venezolano, tras tildar a sus gobiernos de "injerencistas" por sus señalamientos al sistema electoral venezolano.