Las negociaciones del alto el fuego en la Franja de Gaza que se realizaron en los últimos dos días en Catar fueron "serias, constructivas y se llevaron a cabo en una atmósfera positiva", según la declaración conjunta de Egipto, Catar y EE.UU. publicada por la Casa Blanca luego del encuentro.
El viernes, EE.UU., con el apoyo de Egipto y Catar, presentó a ambas partes del conflicto una propuesta que "cierra las brechas existentes de modo que permita una rápida implementación del acuerdo", reza el texto.
Esta iniciativa es coherente con los principios formulados por el presidente Joe Biden el pasado 31 de mayo y la resolución 2735 del Consejo de Seguridad de la ONU, precisa el documento.
Los equipos de trabajo continuarán en los próximos días con la labor técnica sobre los detalles de aplicación, incluidos los acuerdos para ejecutar amplias disposiciones humanitarias, así como los pormenores relativos a los rehenes y los detenidos.
Altos funcionarios de los respectivos gobiernos volverán a reunirse en El Cairo antes del final de la próxima semana con miras en concluir el trato según las condiciones establecidas este viernes.
Por su parte, el presidente Biden anunció en otro comunicado que enviaría al secretario de Estado, Antony Blinken, a Israel para reafirmar el "férreo" apoyo al Estado judío y continuar con los esfuerzos para cerrar el acuerdo.
Esa última ronda de conversaciones arrancó en Doha el jueves y contó con la participación de los jefes de inteligencia de Egipto, EE.UU. e Israel y el primer ministro catarí, Mohamed bin Abdulrahman al Thani.
Si bien la cita no contó con la presencia de representantes del movimiento gazatí Hamás, estos se encontraban en Doha y podían contactarse con los mediadores cataríes y egipcios.
Oposición de Hamás
Por su parte, Hamás ha manifestado que no aceptará las "nuevas condiciones" de Israel presentadas en Doha, reporta AFP citando a personas al tanto de las conversaciones.
Un informante comentó a la agencia que Israel insistió en mantener sus tropas dentro de la Franja de Gaza a lo largo de la frontera con Egipto y exigió el derecho de veto sobre los prisioneros que vayan a ser intercambiados, así como sobre la posibilidad de deportar a algunos presos en lugar de enviarlos de vuelta al enclave palestino. Hamás, a su vez, exige "un alto el fuego completo", "una retirada completa" de las tropas israelíes del enclave, "un retorno normal de los desplazados y un acuerdo de intercambio" de presos sin restricciones, agregó la fuente.
Un alto cargo gubernamental de EE.UU. comentó al respecto en rueda de prensa este viernes: "Sé que hay un montón de declaraciones públicas de Hamás en este momento. Ya saben, yo no tomaría nada demasiado en serio, y tenemos que ver más o menos dónde estamos".
Trabajo por hacer
El funcionario detalló que todavía queda mucho por hacer en los próximos días y que los equipos de trabajo abordarán en Doha y El Cairo diversos asuntos, como la lista de rehenes israelíes y de prisioneros palestinos y la secuencia por la que serán liberados.
Se discutirá también la creación de una "célula de implementación" del acuerdo, que establezca cómo se llevará a cabo el intercambio de rehenes y prisioneros y cómo se supervisará para garantizar su cumplimiento. Además, se considerará la aplicación de previsiones humanitarias, incluidos el aumento de la ayuda a Gaza, la limpieza de escombros y la restauración de los servicios médicos y de electricidad, aclaró el funcionario.
Los esfuerzos por poner fin a las hostilidades, que se han cobrado la vida de unas 40.000 personas en el enclave palestino, tienen lugar en medio de una escalada de tensiones en la región, ante la posibilidad de un ataque de represalia de Irán contra Israel por el asesinato en Teherán del líder político de Hamás, Ismail Haniya, el 31 de julio.