El presidente ruso, Vladímir Putin, aterrizó en Asjabad, capital de Turkmenistán, donde participará en el foro 'Interconexión de tiempos y civilizaciones - base de la paz y el desarrollo'.
Al acto asistirán los presidentes de más de de una decena de países, así como jefes de entidades internacionales como la Organización de Cooperación de Shanghai, la Organización de Cooperación Económica, la Organización de Estados Túrquicos, la Comunidad de Estados Independientes, la Organización de Cooperación Islámica y la UNESCO.
Se prevé que el mandatario ruso se reúna en formato bilateral con el presidente iraní, Masoud Pezeshkian, entrevista durante la cual tratarían tanto los asuntos bilaterales como la situación en Oriente Próximo.
Previo a la visita, el Ministerio de Asuntos Exteriores ucraniano ha pedido a Turkmenistán que no acoja al presidente ruso, alegando una orden de detención contra Putin emitida en marzo de 2023 por la Corte Penal Internacional (CPI). Turkmenistán no ha ratificado el documento fundacional del tribunal, el Estatuto de Roma, que reconoce la jurisdicción de la CPI. En este sentido, el tribunal carece de herramientas para exigir a este país el cumplimiento de sus sentencias.
No es la primera vez que el presidente ruso viaja a un país sin impedimentos. El Ministerio de Asuntos Exteriores ucraniano exigió a Mongolia que detuviera a Putin durante su visita en septiembre, porque Ulán Bator forma parte de la CPI. Sin embargo, Putin eventualmente llegó a Mongolia en visita oficial tras recibir la invitación del mandatario del país, Ukhnaagiin Khurelsukh.
El líder ruso fue recibido solemnemente: una guardia de honor lo esperaba en la rampa del avión y abandonó el aeropuerto sin impedimentos, acompañado de una procesión ceremonial. Khurelsukh calificó la visita de Putin como de "gran importancia", subrayando que Ulán Bator quiere desarrollar una asociación estratégica con Moscú. Las autoridades rusas han calificado en varias ocasiones la decisión de la CPI de absurda e insignificante.