El presidente de EE.UU., Joe Biden, autorizó los ataques con armas de largo alcance contra el territorio ruso internacionalmente reconocido para la autodefensa de Kiev e inducir a Rusia a negociar un acuerdo de paz, justificó el secretario de Estado adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental, Brian Nichols, en una entrevista concedida a O Globo el martes.
"Las armas que el presidente Biden ha permitido a Ucrania utilizar le darán más opciones de autodefensa [...] y quizá [Rusia] empiece a negociar conversaciones de paz", dijo el alto cargo. Antes de las declaraciones de Nichols, no había confirmación oficial de los numerosos informes al respecto. Mientras, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, denunció que la medida se debe a las derrotas continuas del régimen de Kiev.
Por lo tanto, "sus patrocinadores occidentales apuestan por la máxima escalada de la guerra híbrida desatada contra Rusia, tratando de alcanzar el ilusorio objetivo de 'infligir una derrota estratégica a Moscú'", aseveró la vocera. "Sin embargo, ningún 'arma milagrosa' por la que rezan [Vladímir] Zelenski y sus secuaces puede influir en el curso de la operación especial militar", concluyó Zajárova.
En septiembre, el presidente ruso, Vladímir Putin, afirmó que, si se tomara la decisión de permitir que Ucrania ataque con armas occidentales de largo alcance en la profundidad del territorio ruso internacionalmente reconocido, significaría que los países de la OTAN "están en guerra con Rusia".
"Si se toma esta decisión, significará, nada menos, la implicación directa de los países de la OTAN […] en la guerra de Ucrania. Esa es una implicación directa", declaró en ese momento. Asimismo, el mandatario ha señalado en más de una ocasión que tales acciones y el suministro de armas a Kiev solo conducen a fomentar y prolongar el conflicto. Al mismo tiempo, Putin siempre ha enfatizado que su país está listo para negociaciones y una solución política de la crisis.