La vicepresidenta y titular del Senado argentino, Victoria Villarruel, llamó este miércoles a una sesión extraordinaria en la cámara alta para tratar el pedido de destitución de Edgardo Kueider, el congresista detenido la semana pasada en Paraguay con más de 200.000 dólares no declarados.
"Para no dilatar los tiempos, junto al presidente provisional (Bartolomé) Abdala llamamos a una sesión mañana (jueves 12 de diciembre) para que tratemos los actos inmorales que son de público conocimiento del senador Kueider, y que exponen una vez más la hipocresía del kirchnerismo", anunció Villarruel en su cuenta de la red social X.
La vicemandataria hizo referencia así a la afiliación política del senador acusado, que accedió a la banca desde la lista de Unión por la Patria (UxP - peronismo), aunque luego se alejó de la bancada y se alineó al oficialismo, acompañando iniciativas clave del Gobierno de Javier Milei como la ley Bases.
Desde el sector opositor exigen formar una comisión en el Senado para investigar el origen del dinero que llevaba Kueider al momento de ser capturado por las autoridades paraguayas, ante la sospecha de haber recibido dádivas a cambio de favores políticos.
Disputa política por una banca
Además, en caso de lograr su expulsión, UxP recuperaría una banca en la cámara, que pasaría a la senadora suplente Estefanía Cora, quien mantiene su afiliación al kirchnerismo.
"Lo único que le importa (a ese espacio político) es quedarse con su banca (sí, Kueider entró en la boleta de Cristina [Fernández de Kirchner]) y así entorpecer la tarea de nuestro Gobierno", planteó la vicepresidenta.
Sin embargo, Villarruel reconoció que la acción espuria del legislador causó un "bochorno que merece un castigo ejemplar".
Además de formular el pedido de expulsión, el bloque peronista ha pedido conformar en el Congreso una comisión especial para investigar el caso. Sospechan que el legislador aceptó algún tipo de soborno para votar favorablemente la ley Bases, que propuso el Gobierno y que fue aprobada en junio tras seis meses de negociaciones, rechazos opositores y polémicas.
Según La Nación, tras su detención, Kueider aseguró que era un político aliado al oficialismo: "Voy a tener muchos problemas en Argentina, si esto trasciende en los medios. Yo soy afín al gobierno del presidente [Javier] Milei", habría insistido en el momento en que fue abordado por agentes de la Armada paraguaya.