La presidenta saliente de Georgia, Salomé Zurabishvili, ha dado a las autoridades una semana para convocar nuevas elecciones parlamentarias, informan medios locales citando sus declaraciones realizadas el domingo durante un mitin en Tbilisi.
Zurabishvili insistió en que la fecha de los nuevos comicios debe acordarse antes del 29 de diciembre. Así, hizo un llamado a las autoridades para mantener conversaciones en el palacio presidencial, pero dijo que el tema de discusión "sólo puede ser uno: cuándo y cómo convocar elecciones". "Hasta el día 29, todos tenemos una gran oportunidad de sacar adelante este país, para que se convierta en un ejemplo de democracia, reconciliación y progreso en todo el mundo. Espero una respuesta", manifestó.
El mandato de Zurabishvili finaliza el 29 de diciembre. Sin embargo, la jefe de Estado ha señalado repetidamente que no tiene intención de abandonar su cargo después de esta fecha. "Por cierto, no iré a ningún lado, no dejaré a nadie, estoy aquí y estaré aquí", aseguró en una ocasión.
Por su parte, el primer ministro del país, Irakli Kobajidze, denunció que la mandataria corre el riesgo de violar el Código Penal e ir a la cárcel si convoca a nuevas elecciones o se niega a salir de la sede oficial después de cumplirse el plazo. "Estoy seguro de que prevalecerá en ella el sentido común para no violar las normativas del Código Penal", dijo el jefe del Gobierno, agregando que "nadie quiere meter a una mujer de 72 años en prisión".
En las pasadas elecciones presidenciales del 14 de diciembre ganó Mijaíl Kavelashvili, representante del partido gobernante Sueño Georgiano. Fue la primera vez que un líder del país fue elegido por un colegio electoral, formado por 300 diputados y representantes locales electos, en lugar de un voto popular.
Zurabishvili, que se inclina por Occidente y poseía la ciudadanía francesa, no reconoce las elecciones parlamentarias de octubre, donde la victoria tuvo Sueño Georgiano. Mientras, el Tribunal Constitucional de la nación no aceptó la demanda de la mandataria de declarar inconstitucionales dichos comicios.
Georgia es una república parlamentaria, en la que el presidente solo tiene poderes nominales. En medio de la incertidumbre política, a lo largo de las últimas semanas, el país se ha visto sacudido por una ola de manifestaciones antigubernamentales.