Crimea elige entre Rusia o Ucrania

"Convocamos este referendo porque Kiev nos dejó en un callejón sin salida. No hablan con nosotros, nos están amenazando", declaró Vladímir Konstantínov, presidente del Parlamento de la república autónoma.

Los crimeos acogieron con interés el llamamiento al diálogo, pero el debate sigue abierto. "Muchos han decidido que en Rusia estarán mejor, pero yo no lo creo", comenta una ciudadana de Crimea.
 

"Hay dos opiniones. Nosotras tenemos una postura neutra porque queremos vivir en paz", afirma otro crimeo a RT.

"Incluso la constitución de Ucrania reconoce que el origen del poder es el pueblo. Es el mejor momento para comprobarlo", comenta otro habitante de la península.  

 

 
Las manifestaciones se suceden por Crimea. A pocos días que el Gobierno local fijara la consulta popular el 16 de marzo, los mítines se multiplican, bien para respaldar la continuidad de la península como parte de Ucrania o para apoyar la integración en Rusia.

"Tenemos derecho a decidir qué idioma hablar, en que religión creer.  En ese edificio nunca volverá a flamear la bandera amarillo-azul", dijo a RT un veterano que participó en una de las manifestaciones.

"Queremos vivir en Rusia, estar junto a ella. Considero que Rusia es nuestro futuro, 'no pasarán', no al fascismo", proclama otra manifestante.

En vísperas del referendo del próximo 16 de marzo la cuestión de la seguridad es clave para la ciudadanía.

"Lo único que queremos es que no haya caos como en Maidán, que los nacionalistas no causen choques. Estamos aquí para que la gente exprese libremente su opinión. El fascismo no vencerá, lo vamos a aplastar como nuestros abuelos", declara a RT un cosaco.

Mientras tanto, las autoridades de Simferópol miran al gobierno autoproclamado de Ucrania con desconfianza.

"Quieren aniquilar toda la élite política de Crimea y no solo moral o política, sino físicamente. Recibimos 300 sms con amenazas. Hay gente armada que nos está amenazando. Ya no existe el país en el que vivimos estos 23 años", denuncia Vladimir Konstantinov.

Son días de incertidumbre para Crimea, que buscará esta semana reconstruir su historia.