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Franja de Gaza, la guerra sin cuartel donde no se respetan ni las instalaciones médicas
Todavía hay algunos hospitales en la Franja de Gaza que permanecen en pie y siguen atendiendo a los pacientes; sin embargo, no pueden defender a los civiles de los bombardeos.
El Consejo de Seguridad de la ONU ha pedido un alto al fuego inmediato en la Franja de Gaza. Sin embargo, habitantes de la zona aseguran que continúan los combates. Precisamente los hospitales de Gaza han sido blanco permanente del Ejército israelí. Se estima que estos centros carecen de al menos el 70% de los medicamentos que necesitan. RT es testigo de la situación que sufren los pacientes en las pocas clínicas que permanecen en pie.
En los hospitales de Gaza las ambulancias se amontonan en la puerta de urgencias y se oyen gritos de desesperación de quienes ven llegar una ambulancia al hospital y desconocen si dentro va algún familiar suyo.
Las sirenas de las ambulancias resuenan al unísono de los misiles del Ejército israelí. En los vehículos sanitarios llegan sobre todo civiles, hay muchos niños. En esta guerra sin cuartel no se respeta ni al personal sanitario que se ve obligado a jugarse la vida cuando va al rescate de los heridos. Las ambulancias resultan ser tiroteadas y los pacientes, en caso de evitar los ataques y llegar al hospital, tampoco están allí a salvo. Algunos hospitales han sido el blanco de varios misiles. "El edificio ha sufrido al menos tres bombardeos que han afectado a la planta de cirugía y que han matado a varios civiles", indica un médico frente a un hospital dañado.
La Cruz Roja ha denunciado que no se respetan las leyes de guerra que impiden atacar a sus miembros. De hecho, un voluntario murió el viernes pasado cuando intentaba curar a unos heridos de Juzaa, y un médico murió en Beit Hanun.
"Los israelíes llamaron para que evacuáramos el lugar y después de bombardear el edificio lo dejaron así como lo ven. Pese a todo me siento feliz de que no le haya pasado nada a mi familia ni a mis vecinos", dice a RT un taxista que en una de sus carreras recibió una llamada en la que dieron la mala noticia de que su casa había sufrido un bombardeo.
Ante este panorama incluso varios activistas internacionales se han ofrecido a crear escudos humanos para poder evacuar a las víctimas. Pero su ayuda no pudo impedir que siguira muriendo gente por disparos israelíes. Ni ambulancias, ni hospitales, ni viviendas se respetan en la ofensiva militar contra la Franja de Gaza.
El operativo israelí Borde Protector ('Protective Edge') entró en su día 21, mientras que las fuerzas terrestres israelíes continúan su incursión en la Franja. Según el Ministerio de Salud palestino, el número de las víctimas de los ataques israelíes contra la Franja de Gaza ascendió a 1.000 personas, estadística que no discrimina a los inocentes: niños o enfermos.
El edificio ha sufrido al menos tres bombardeos que han afectado a la planta de cirugía y que han matado a varios civiles
En los hospitales de Gaza las ambulancias se amontonan en la puerta de urgencias y se oyen gritos de desesperación de quienes ven llegar una ambulancia al hospital y desconocen si dentro va algún familiar suyo.
Las sirenas de las ambulancias resuenan al unísono de los misiles del Ejército israelí. En los vehículos sanitarios llegan sobre todo civiles, hay muchos niños. En esta guerra sin cuartel no se respeta ni al personal sanitario que se ve obligado a jugarse la vida cuando va al rescate de los heridos. Las ambulancias resultan ser tiroteadas y los pacientes, en caso de evitar los ataques y llegar al hospital, tampoco están allí a salvo. Algunos hospitales han sido el blanco de varios misiles. "El edificio ha sufrido al menos tres bombardeos que han afectado a la planta de cirugía y que han matado a varios civiles", indica un médico frente a un hospital dañado.
La Cruz Roja ha denunciado que no se respetan las leyes de guerra que impiden atacar a sus miembros. De hecho, un voluntario murió el viernes pasado cuando intentaba curar a unos heridos de Juzaa, y un médico murió en Beit Hanun.
"Los israelíes llamaron para que evacuáramos el lugar y después de bombardear el edificio lo dejaron así como lo ven. Pese a todo me siento feliz de que no le haya pasado nada a mi familia ni a mis vecinos", dice a RT un taxista que en una de sus carreras recibió una llamada en la que dieron la mala noticia de que su casa había sufrido un bombardeo.
Ante este panorama incluso varios activistas internacionales se han ofrecido a crear escudos humanos para poder evacuar a las víctimas. Pero su ayuda no pudo impedir que siguira muriendo gente por disparos israelíes. Ni ambulancias, ni hospitales, ni viviendas se respetan en la ofensiva militar contra la Franja de Gaza.
El operativo israelí Borde Protector ('Protective Edge') entró en su día 21, mientras que las fuerzas terrestres israelíes continúan su incursión en la Franja. Según el Ministerio de Salud palestino, el número de las víctimas de los ataques israelíes contra la Franja de Gaza ascendió a 1.000 personas, estadística que no discrimina a los inocentes: niños o enfermos.
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