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¿Puede Rusia responder al sistema antimisil de EE.UU. con nuevos proyectos?
Institutos científicos buscan nuevos enfoques en construcción de armas estratégicas para responder al reto del desarrollo de defensa antimisil estadounidense.
La base actual de la 'cúpula nuclear' de Rusia está formada por misiles balísticos intercontinentales estacionarios R-36M2 Voyevoda y UR-100N y complejos móviles RT-2PM2 Tópol y su sucesor RS-24 Yars. Según publica el portal ruso Interpolit, los 800 complejos Voyevoda y UR-100N "deberían sustituirse".
Según los analistas del portal, los Tópol y Yars no tienen bastante capacidad y, además, el Ejército no tiene bastante cantidad de estos complejos. Interpolit afirma que es "inútil" intentar utilizar este tipo de misiles para sustituir los cohetes con cabezas múltiples ya que la fábrica que los produce "tardará unos 30 años en construirlos". Los complejos de ferrocarril RT-23 Mólodets, conocidos como 'tren número cero' en la época soviética, fueron destruidos en los años noventa.
Interpolit escribe que el método más fácil de romper la defensa antimisil podría llegar de los que han construido los Voyevoda y los UR-100N. Sin embargo, el primer cohete se produjo en la fábrica de Yuzhmash en Dnepropetrivsk, en Ucrania, mientras el segundo era un proyecto conjunto con Ucrania, lo que pone en duda, según opinan los analistas, la posibilidad de producción para Rusia. Además, tratados internacionales prohíben que misiles balísticos pesen más de 100 toneladas.
El segundo Tratado de Reducción de Armas Estratégicas, conocido como START por sus siglas en inglés, prohibía el desarrollo de complejos de ferrocarril, mientras el tercer START no impone este límite. Sin embargo, según recuerda el portal, los Mólodets también se producían en Yuzhmash.
El Cuarto Instituto Científico del Ministerio de Defensa de Rusia, responsable de los proyectos del ejército estratégico, ha anunciado, según recuerda Interpolit, un estudio del proyecto de un complejo de misiles basado en ferrocarril. Esto significa, según opinan los analistas, que el instituto ha acordado una cooperación y ha empezado la construcción. Sin embargo, según señala el portal, el primer análogo futuro del Mólodets no aparecerá antes de 2019.
Interpolit recuerda que el sistema de defensa antimisil de EE.UU. se está desarrollando rápidamente. Mientras tanto, los científicos rusos estudian nuevos enfoques en producción de armas estratégicas. "Un cohete deja de funcionar al cese de propulsión de la primera etapa. El estándar actual de un cohete con cabezas múltiples es antiguado", dijo Yuri Solomónov, ingeniero principal del Instituto de Técnica Térmica de Moscú.
Según los analistas del portal, los Tópol y Yars no tienen bastante capacidad y, además, el Ejército no tiene bastante cantidad de estos complejos. Interpolit afirma que es "inútil" intentar utilizar este tipo de misiles para sustituir los cohetes con cabezas múltiples ya que la fábrica que los produce "tardará unos 30 años en construirlos". Los complejos de ferrocarril RT-23 Mólodets, conocidos como 'tren número cero' en la época soviética, fueron destruidos en los años noventa.
Interpolit escribe que el método más fácil de romper la defensa antimisil podría llegar de los que han construido los Voyevoda y los UR-100N. Sin embargo, el primer cohete se produjo en la fábrica de Yuzhmash en Dnepropetrivsk, en Ucrania, mientras el segundo era un proyecto conjunto con Ucrania, lo que pone en duda, según opinan los analistas, la posibilidad de producción para Rusia. Además, tratados internacionales prohíben que misiles balísticos pesen más de 100 toneladas.
El segundo Tratado de Reducción de Armas Estratégicas, conocido como START por sus siglas en inglés, prohibía el desarrollo de complejos de ferrocarril, mientras el tercer START no impone este límite. Sin embargo, según recuerda el portal, los Mólodets también se producían en Yuzhmash.
El Cuarto Instituto Científico del Ministerio de Defensa de Rusia, responsable de los proyectos del ejército estratégico, ha anunciado, según recuerda Interpolit, un estudio del proyecto de un complejo de misiles basado en ferrocarril. Esto significa, según opinan los analistas, que el instituto ha acordado una cooperación y ha empezado la construcción. Sin embargo, según señala el portal, el primer análogo futuro del Mólodets no aparecerá antes de 2019.
Interpolit recuerda que el sistema de defensa antimisil de EE.UU. se está desarrollando rápidamente. Mientras tanto, los científicos rusos estudian nuevos enfoques en producción de armas estratégicas. "Un cohete deja de funcionar al cese de propulsión de la primera etapa. El estándar actual de un cohete con cabezas múltiples es antiguado", dijo Yuri Solomónov, ingeniero principal del Instituto de Técnica Térmica de Moscú.
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