La batalla de la cruz en Varsovia
Miles de polacos se enfrentaron a la policía e impidieron la retirada de la cruz de madera en memoria a Lech Kazcynski, el presidente de Polonia fallecido en abril en un accidente aéreo.
Una protesta en el centro de Varsovia contra la retirada de la cruz de madera erigida frente al palacio presidencial, en recuerdo del presidente Lech Kaczynski y su esposa junto con otras 94 personas fallecidas en la tragedia aérea en la ciudad rusa de Smolensk, se ha convertido en unas horas de batalla contra la policía polaca.
Todo empezó después de que el nuevo presidente de Polonia, Bronislaw Komorowski, ganador de las elecciones presidenciales el pasado 4 de julio, advirtió que la cruz debía encontrar una ubicación "más apropiada".
"El palacio presidencial es un edificio estatal y no es lugar para símbolos religiosos", dijo entonces el presidente electo.
El Gobierno había organizado un acto solemne que consistiría en una procesión y finalizaría en el templo de Santa Ana, en el centro de Varsovia, desde donde se planeaba llevar la cruz en procesión hasta la Basílica de Czestochowa, donde se encuentra la Virgen Negra, patrona del país.
"Lucharemos hasta la muerte para mantener una cruz que recuerda al presidente Kaczynski y al resto de fallecidos en Smolensk", gritaban los manifestantes mientras agitaban banderas nacionales y pancartas contra el Gobierno liberal.
La policía usó gases lacrimógenos para dispersar a los miles de manifestantes que se oponían a la reubicación de la cruz en la iglesia, algunos de los cuales consiguieron romper el cerco policial para tratar de impedir a los sacerdotes trasladar la cruz.
La presión de los grupos ultras ha hecho que las autoridades desistan y aplacen por ahora la retirada de la cruz.
Jaroslaw Kaczynksi, hermano gemelo de Lech, ha declarado que la decisión de Komorowski no es más que una prueba de sus "verdaderas intenciones de acabar con la tradición y la historia polaca".
La cruz fue erigida por grupos de 'boy scouts' el pasado 15 de abril, cinco días después de que se estrellara el avión en el que viajaba Kaczynski al frente de la delegación polaca que iba a asistir a una ceremonia en el cementerio de Katyn, donde en 1940 fueron asesinados más de 22.000 oficiales polacos por orden de Stalin.