Los marfileños organizan una huelga para remover a Laurent Gbagbo

Los partidarios de Alassane Ouattara, internacionalmente reconocido como presidente de Costa de Marfil, llamaron a los habitantes del país a organizar una huelga general ilimitada. Según AP, planean terminarla solo cuando Laurent Gbagbo, quien también se declaró presidente, salga del poder.

Es una más de las pruebas de forzar a Gbagbo a claudicar. Los comicios, terminados ya hace un mes, dieron la victoria a Ouattara, pero después el Consejo Constitucional nacional decidió anular los votos de unas 500.000 personas de las regiones que apoyaban al líder opositor, lo que llevó la superioridad a Gbagbo. Ambos candidatos formaron sus propios gobiernos y se declararon vencedores.

La ONU, Estados Unidos, el excolonizador del país Francia y Unión Africana todos reconocieron la victoria de Ouattara, pero el previo presidente Gbagbo se negó a pasar los poderes. Sigue controlando la Policía y las Fuerzas Armadas, las cuales le prestan posibilidades de guardar su cargo por fuerza.

Según las investigaciones de la ONU, desde el tiempo de los comicios en los enfrentamientos murieron al menos 173 personas, se reporta también de las múltiples violaciones de los derechos humanos por parte de gente vestida con uniforme militar. El número verdadero de las víctimas puede ser mucho mayor, ya que el movimiento de los oficiales de la misión de la ONU está significativamente limitado por el Gobierno actual. Por ejemplo, hay testimonios de la existencia de una fosa común en un pueblo marfileño, pero no existe la posibilidad de comprobar los datos, ya que los accesos al territorio están protegidos por soldados con armamento pesado.

Hace dos días la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) en la cumbre extraordinaria exigió que Gbagbo renunciara de la Presidencia, indicando que si no, “la Comunidad no tendrá más alternativa que adoptar otras medidas, incluso el uso legítimo de la fuerza”.

Sin embargo, los expertos dudan que al menos 12 países de CEDEAO, donde también es miembro Costa de Marfil, de verdad tengan los recursos adecuados para la realización de esta amenaza. “Ninguno de los países tiene las fuerzas capaces del 'golpe de decapitación' para remover el régimen actual”, opina Peter Pham, analista norteamericano de las cuestiones de seguridad en Africa. “Eso solo deja la opción desagradable de la invasión militar del tipo que inevitablemente llevará a los combates urbanos y a víctimas entre los civiles”.

Tampoco es probable que las fuerzas de la ONU se unan a la operación parecida, ya que “el precedente lo hará muy difícil de llegar a los acuerdos sobre la organización de las misiones así en los países receptores”.

Pero hay una opción más de la resolución de este caso, la opción financiera. Debido a las limitaciones impuestas a Gbagbo por las instituciones internacionales, por ahora no tiene posibilidad de administrar el dinero estatal, lo tienen solo los representantes del gabinete de Ouattara. Los oficiales anónimos marfileños afirman que Gbagbo dispone de las reservas suficientes para gobernar el país por no más que unos 3 meses.