Víktor But accedió a comparar un ‘zoológico’ con un ‘manicomio’
Tras la reciente visita a la celda del famoso acusado de la compraventa ilícita de armas Víktor But en una cárcel neoyorquina, el vicecónsul ruso Alexandr Otcháynov describió sus impresiones a la agencia informativa rusa, RIA Novosti. Informó que ha frecuentado al recluso varias veces después de que fuera extraditado de Tailandia en noviembre pasado, y que las autoridades del penal dilatan la transferencia del empresario ruso de un bloque de régimen especial a una celda convencional.
“La administración de la cárcel no ha podido explicar, porqué le mandaron al bloque especial del calabozo pese a la ausencia de las circunstancias bajo las que a un acusado le meten a las condiciones del régimen especial —dijo el diplomático—. But no fue condenado antes ni en Estados Unidos, ni en Rusia, ni en cualquier otro país. Las autoridades denuncian que les será necesario determinar el grado de su peligrosidad social. Cuando les preguntamos, cuánto tiempo puede durar, responden que a cuanto el alma pida”.
Víktor But, oriundo de Tayikistán donde nació en 1967, se graduó en Moscú, pero tras la desintegración de la URSS, ejerció como traductor en Bielorrusia y en 1995 emigró a Bélgica, donde se registró como propietario de la aerolínea Transavia Export Cargo y abrió su primer negocio de exportación de flores y productos alimenticios. Después se trasladó a Emiratos Árabes Unidos y luego a Tailandia, pero todo ese tiempo conservaba su ciudadanía rusa.
Mientras residía con su familia en Bangkok, le detuvieron (en 2008) por petición estadounidense, y el pasado 16 de noviembre fue entregado a las autoridades norteamericanas después de un largo pleito casuístico entre sus abogados y la justicia tailandesa. Washington había acusado al ciudadano ruso de haber vendido armas a grupos paramilitares y terroristas como las FARC y Al Qaeda. Pero los cuatro cargos que se le imputaron al comparecer ante un juzgado de Nueva York no tenían nada que ver con un comercio ilícito, sino que representaban su actuación como una 'conspiración' contra un indeterminado número de dignatarios y ciudadanos de EE. UU. con el fin de su asesinato.
Otcháynov destacó que en sus vigentes condiciones But estaba privado de acceso al aire fresco. Para los "paseos" sirve otra celda de tamaño mayor en donde hay una ventanilla a varios metros por encima del suelo, y siendo acompañado But, al igual que los demás reclusos, puede “respirar libremente” durante varios minutos.
El propio ‘Mercader de la Muerte’, según le apodaron los medios informativos norteamericanos, respondió en forma escrita a varias preguntas de la agencia RIA Novosti. En particular, contestó la petición de comparar las condiciones de la reclusión en EE. UU. y Tailandia. “Esto equivale a comparar un parque zoológico con un manicomio,” señaló But. “En Tailandia los detenidos están en las jaulas bajo un aire relativamente puro, la actitud respecto a ellos es igual que a unos animales —explicó—. En Estados Unidos se portan con ellos como con personas muy peligrosas enfermas mentalmente. Hay un control completo sobre cada movimiento. El sol, el aire, el cielo están excluidos por completo”.
Además, el imputado de conspiración confesó que ante todo le carecía de comunicación con los familiares, los libros en la lengua materna y el té caliente. Quejó que en la cárcel estaba prohibido prestar a los reclusos el agua hirviendo, por los que no era posible hacer el té (al que son 'adictos' prácticamente todos los rusos). Otras dificultades tiene con la alimentación: es vegetariano, mientras que la ración diaria de un recluso norteamericano contiene una sola manzana de las frutas y con poca frecuencia aparecen en ella algunos vegetales.
But supuso que “el Tribunal no tomará en la consideración el lado real, objetivo de la causa, puesto que la práctica del procede de cargos como una conspiración es así que tales acusaciones significan automáticamente la culpabilidad”. Recuerda que bajo la imputación de un complot contra EE. UU. fueron condenados muchos terroristas, miembros de Al Qaeda, talibanes, narcotraficantes, etc. Debido a la jurisprudencia comparativa consuetudinaria que se ejerce en el país y dicha práctica de castigar a los autores de complots, But prevé que incluso las pruebas recogidas por los agentes federales mediante métodos no irreprochables del punto de vista procesal, se pondrán a examen de la Corte.
En expedientes semejantes los tribunales en muchas ocasiones rechazan los recursos de la defensa de que las pruebas eran obtenidas con unas u otras infracciones o de que la causa no correspondía a la jurisdicción de Estados Unidos. Eso suscitó, por ejemplo, en las escuchas prejudiciales del octubre pasado contra un piloto ruso, Konstantín Yaroshenko, acusado por los fiscales estadounidenses de conspiración con el fin de contrabando de drogas.
Al juicio de Víktor But, el proceso “unívocamente será preconcebido y no objetivo”. Aseguró que en el texto del cargo oficial las autoridades “tergiversaron intencionalmente” su biografía y las circunstancias de su trabajo. “La información sobre mí, incluida en el texto de las acusaciones, se fundamenta en unos datos inaveriguados, rumores, equivocaciones y una falsedad descarada”, insistió.
Con eso, But admitió que los agentes cesaron sus intentos de presionarle para sacar alguna información de sus vínculos en Rusia y otros países. Anteriormente él informó que en su camino desde Tailandia a Nueva York le propusieron “una condena más suave” si hubiera expuesto sus enlaces y otra información que interesaba a la pesquisa. En esta nueva entrevista ha confirmado aquella confesión, pero ha asegurado que ya no experimenta ninguna presión sobre sí por parte de los representantes de la justicia estadounidense.