Disturbios en Oriente Próximo llegan a Libia
Libia estuvo envuelta en una ola de disturbios: por todo el país ocurrieron manifestaciones entre partidarios y opositores del "líder de la revolución", Muammar al Gaddafi.
Centenares de manifestantes salieron a las calles para apoyar el régimen existente en Bengasi, Sirte, Seba y Trípoli. Las gentes portaban carteles con la imagen de Gadafi, banderas libias y pronunciaban consignas de apoyo a su líder.
Al mismo tiempo, en la misma ciudad de Bengasi, la segunda ciudad libia por dimensión, aproximadamente 2.000 manifestantes salieron a las calles con protestas contra el arresto de un militante de derechos humanos encarcelado por críticas al poder existente.
Según medios locales el opositor fue liberado, sin embargo, el hecho no derivó en el término de las protestas. Según información del periódico libio Quriana, en la muchedumbre se oían exigencias para la dimisión del Gobierno. Para disolver a los manifestantes, la Policía utilizó gas lacrimógeno y cañones de agua. Según los últimos datos, unas 40 personas resultaron heridas.
Los disturbios en Bengasi se anticiparon a la manifestación que está prevista en la urbe para el 17 de febrero, organizada en la red social Facebook. Los organizadores tienen la intención de honrar de este modo la memoria de las víctimas de los disturbios del 17 de febrero de 2006 cerca del consulado de Italia. En aquel entonces, más de 10 personas murieron a manos de la policía mientras unos 70 ciudadanos resultaron heridos. El pretexto para los disturbios fue que el ministro italiano Roberto Calderoli vistiera una camiseta con una caricatura del profeta Mahoma.
La fiebre revolucionaria caldea el Oriente Próximo
Con estas manifestaciones, Libia resultó convertida en otro eslabón de la cadena de países con disturbios en Oriente Próximo. En dos de esos Estados, Túnez y Egipto, las prolongadas protestas provocaron las dimisiones de los presidentes Zayn al-Abidin Ben Ali y Hosni Mubarak. En Argelia hubo enfrentamientos contra la policía por parte de manifestantes que exigían reformas democráticas. En Yemen, miles de manifestantes fueron dispersados por la policía.
El inicio de la semana actual resultó marcado también por los disturbios en Teherán en el que murieron dos opositores del Gobierno. Por unas horas fue detenido el cónsul de España en Irán, Ignacio Pérez Cambra, por acusaciones de haber asistido a la manifestación antigubernamental del lunes por la tarde en Teherán y prohibida por las autoridades.
Según los medios iraníes, hoy hubo nuevos enfrentamientos en la capital del país entre seguidores y opositores del Gobierno, surgidos durante el funeral de un estudiante asesinado durante las protestas previas. Ambas partes reclamaban al hombre muerto como uno de sus partidarios.
Miles de manifestantes pasaron la noche del 15 a 16 de febrero en la plaza de la capital de Bahréin, Manama, exigiendo al Gobierno la realización de las reformas políticas. La primera manifestación en ese país tuvo lugar el domingo pasado en la aldea chií de Karkazan, no lejos de Manama, y dejó heridos a tres policías locales.
El lunes pasado en la localidad de Nuwaidrat, en la isla de Sitra, fue organizada una segunda acción de protesta. La policía también utilizó gas lacrimógeno para dispersar a los manifestantes que exigían la reforma del régimen existente.