No se ve una salida fácil de la guerra en Libia
En una misiva, enviada a Washington, Muammar Gaddafi calificó la operación militar en Libia como "una guerra injusta". Mientras tanto, los rebeldes del país tampoco están contentos con las acciones de la OTAN, pero por otra razón: dicen, que no son tan eficaces como deberían ser. Al mismo tiempo, la Alianza insiste en que hace todo lo posible para proteger a los civiles en este país árabe.
La guerra civil en Libia parece no decantarse de forma decisiva para ninguno de los dos bandos en conflicto, lo que la convierte en una posible confrontación de larga duración. La más reciente información proveniente de Libia, indica que las tropas de Gaddafi están impidiendo la exportación del crudo, que poco antes había sido iniciada por la oposición. Múltiples golpes de artillería forzaron a los rebeldes cesar la actividad en varios de los pozos que están bajo su control.
Gaddafi tampoco resultó ileso en este aspecto: los aviones británicos bombardearon uno de los mayores pozos petrolíferos que estaba en poder del líder libio. Las autoridades reportaron también que estos ataques aéreos han dejado numerosas víctimas mortales. Según la opinión de Rob Lyons, periodista de la revista online “Spiked”, la situación actual no augura una salida a corto plazo.
“Cada vez que Gaddafi hace un avance, sus tropas son atacadas por la aviación de la Alianza, viéndose obligadas a retroceder. Después de nuevo los rebeldes luchan por librarse de las acometidas gubernamentales. De esta manera el conflicto puede durar mucho tiempo”, comentó. Según él, puede ser que la OTAN solo empeore la situación, ya que de hecho no permite a ninguna de las partes ganar la guerra.
Los rebeldes, a su vez, realizan más exigencias a la organización. Piden una participación más amplia de la Alianza, pero no la reciben, lo que lleva a la indignación, muestra de ello es el ataque de rebeldes radicales al consulado de Turquía en Bengasí; este país, miembro de la OTAN, se opone firmemente al abastecimiento de la oposición libia con armamento y munición.
Otro hecho que enfada a los rebeldes es que EE. UU. cesó casi totalmente su participación en la guerra, al enfrentar enormes gastos de dinero para la campaña militar, que son demasiado grandes para el estado actual de su economía. Esta decisión de los norteamericanos llevó a una reducción significativa del apoyo prestado a los rebeldes por parte de la coalición internacional, ya que las tropas de EE. UU. cumplían el 50% de las tareas de combate.
El hecho de que los rebeldes insistan en el aumento del apoyo por parte de sus aliados occidentales, preocupa a Rusia. El ministro de Exteriores del país, Serguéi Lavrov, comentó: “Sabemos que la oposición libia ha solicitado a la OTAN más apoyo. Si se trata de medidas dirigidas a la defensa de la población civil, como lo exige la resolución de la ONU, eso es una cosa, pero es un asunto diferente si estos llamados significan que los rebeldes piden a la OTAN apoyar sus fuerzas armadas. En este caso, sería una intervención en una guerra civil, no sancionada por el Consejo de Seguridad”, concluyó.