Se cumple un año desde la firma del nuevo tratado START
El 8 de abril se cumple un año desde que los presidentes de Rusia y Estados Unidos, Dmitri Medvédev y Barack Obama, firmaron el nuevo acuerdo START, que prevé una importante reducción de armas estratégicas en ambos países. Ambas partes están seguras de que este tratado es beneficioso no sólo para Moscú y Washington, sino también para la seguridad de todo el planeta.
El acuerdo entró en vigor el pasado mes de febrero, después de ser sometido a diversas modificaciones tanto por parte rusa, como estadounidense. Según el tratado, cada parte deberá reducir la cantidad de sus ojivas nucleares en un tercio durante los próximos siete años, hasta llegar a las 1.550 unidades. El número de vehículos de transporte de armas atómicas para cada país, al mismo tiempo, no debe superar los 800.
Según afirmó el jefe del Comité de Asuntos Exteriores de la Duma Estatal (Cámara baja del Parlamento ruso), Konstantín Kosachov, la colaboración entre Rusia y EE. UU. en el marco del tratado se está desarrollando según los planes y la parte estadounidense incluso “sobrepasa el cumplimiento de algunos artículos del tratado”. “El acuerdo está funcionando y corresponde a los intereses de Moscú y Washington”, precisó Kosachov.
A finales de marzo ambas partes comenzaron las inspecciones mutuas y el intercambio de información sobre los arsenales nucleares. Estados Unidos ya ofreció a Rusia algunos datos respecto a sus cohetes y ojivas nucleares. Las partes también comenzaron el intercambio de información sobre los cambios en la base de datos de los elementos nucleares para garantizar la continuidad del control del cumplimiento del tratado.
No obstante, incluso tras la ratificación del START las diferencias entre ambos estados no han desaparecido. Moscú insiste en la creación de un sistema antimisiles conjunto con la OTAN, porque de no ser así la colaboración en esa esfera podría perjudicar a Rusia. A su vez, Washington continúa el despliegue del escudo antimisiles en Europa, lo que según Moscú podría socavar su capacidad de disuasión nuclear.