La Asamblea de la OEA se concentrará en el problema de la seguridad ciudadana
Este domingo la Organización de Estados Americanos (OEA) iniciará su 41 Asamblea General. El principal tema de la reunión será el problema de la seguridad ciudadana en relación con la actividad de los grupos narcotraficantes en la región.
Según afirma el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, "La expectativa es tener resultados concretos, porque solamente con declaraciones no vamos a enfrentar el tema del crimen organizado transnacional en nuestra región".
El canciller salvadoreño Hugo Martínez, a su vez, opinó que el "mayor objetivo es lograr la más grande cooperación en todo el continente frente a una amenaza común".
Al mismo tiempo, alcanzar los objetivos declarados no será una tarea fácil, ya que varios miembros de la organización dudan su eficacia. El analista salvadoreño Antonio Martínez comentó al periódico 'Colatino', que actualmente la institución está sobreviviendo una “crisis de prestigio”: "La OEA ha venido trabajando de acuerdo al mandato de los Estados Unidos, porque aunque queramos ver de una manera diferente, la OEA es un mecanismo creado por este país".
De ahí, que los estados que se sienten como mayores oponentes a EE. UU.: Venezuela o Bolivia, están desarrollando activamente una alternativa a la OEA, se trata de la denominada Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), que incluirá a casi todos los miembros de la primera, excepto a EE. UU. y Canadá. Su nacimiento formal está planeado para el 5 de julio.
Sin embargo, en la situación actual con la OEA hay también momentos que refuerzan la integridad, como la vuelta de Honduras a la Asamblea. El país fue suspendido tras el golpe de Estado en junio del 2009. El lunes el presidente hondureño Porfirio Lobo aparecerá en el foro para agradecer a los otros miembros la readmisión.
Por su parte, el único estado que votó en contra de la vuelta de Honduras, Ecuador, ha anunciado que su canciller no asistirá a la cumbre en protesta al restablecimiento de este país. "No se ha avanzado en nada", manifestó el canciller ecuatoriano Ricardo Patiño explicando la decisión de su país, refiriéndose al castigo de las personas que ejecutaron el golpe de Estado, y añadió que algunas de ellas sirven en el Gobierno del presidente actual, o "son gerentes de las empresas públicas". En lugar de Patiño, la embajadora de Ecuador en el organismo, María Isabel Salvador, acudirá a la Asamblea.
Volviendo a la agenda principal de la Asamblea, los países centroamericanos sufren un nivel de delincuencia y actividad ilegal extremadamente alto; las tasas de homicidios que se registran en Guatemala, Honduras y El Salvador, superan en unas 8 veces los índices medios mundiales.
Lo que propone el representante del país anfitrión es la elaboración del plan de seguridad que incluya cinco áreas principales: la prevención, persecución del delito, rehabilitación, reinserción y fortalecimiento institucional.
En los próximos días los miembros de la OEA deberán colaborar y ofrecer resultados en lo que toca a estas áreas.