La crisis económica, el eje del debate de los estados iberoamericanos
Nada más concluir este sábado la XXI Cumbre Iberoamericana en Paraguay, los expertos no tardan en acentuar que este año ha estado caracterizada por ausencias notables entre los líderes.
La reducida popularidad del evento podría estar relacionada con que responde más a las necesidades de España y Portugal que a las de los países latinoamericanos. "Este diálogo busca cooperar en un vínculo con Europa. La región en sí tiene muchos otros foros", comentó a RT el analista en Relaciones Internacionales Pablo Andrés Gambandé.
En cuanto a los líderes que sí asistieron a las sesiones plenarias, uno de ellos, el presidente ecuatoriano Rafael Correa, abandonó los debates en cuanto subió a la tribuna la vicepresidenta del Banco Mundial (BM) para América Latina, Pamela Cox. El mandatario argumentó su decisión diciendo que el BM es un organismo que se dedica a un "chantaje abierto" e insistió en que este debe pedir disculpas por el daño que había hecho a América Latina.
Una gran parte de los que estaban presentes en el evento no calificaron este proceder como "diplomáticamente correcto" pero, sin embargo, compartieron los argumentos del líder de Ecuador. Muchos de los problemas que ha tenido América Latina durante su historia se deben a los países desarrollados que han intentado usarla como un "gran supermercado" donde vienen a proveerse, comentó Hugo Ruiz Díaz, ministro asesor para la Presidencia de Paraguay. Por otra parte, el político acentuó que hoy en día la región está inmersa "en un nuevo proceso de unificación y de soberanía".
Resultados de la Cumbre
En la ceremonia de clausura de la Cumbre sus protagonistas, Fernando Lugo, presidente del estado anfitrión, y el rey Juan Carlos de España, como representante del país que asume la Secretaría temporal del foro para el año que viene, hablaron de un gran avance que consiguieron los miembros de la OEI (Organización de Estados Iberoamericanos) en su nueva estrategia de cooperación.
La Declaración de Asunción, el Plan de Acción y una serie de comunicados aprobados por la Cumbre llaman al Gobierno de EE. UU. a levantar su embargo sobre Cuba, y pactan rechazar la criminalización de la migración y reconocer la importancia de su aporte económico y cultural, entre otros temas.
La crisis financiera y el futuro de América Latina
El eje principal del debate de las sesiones plenarias durante los dos días de la Cumbre fue la crisis económica. El periodo de "vacas gordas que disfruta América Latina puede terminar súbitamente", advirtió el presidente mexicano, Felipe Calderón. Detalló que la prosperidad empieza a caer en cuanto empiecen a bajar los precios de las materias primas exportadas a Asia que crecen debido a la especulación financiera.
El mandatario panameño, Ricardo Martinelli, también destacó que una de las amenazas más graves para los mercados latinoamericanos es la "especulación desmesurada". Subrayó que los especuladores "que con las ansias de ganarse un dólar más o lo que fuera están acabando con la economía de muchos países" y propuso emitir un mensaje "alto y claro" contra estas prácticas.
El líder peruano, Ollanta Humala, presentó la misma opinión que había expresado el mandatario Barack Obama en su artículo dedicado al próximo encuentro del G-20 en Cannes. Precisó que el mayor peligro para la economía mundial es la crisis en Europa y los EE. UU. Según Humala, "la tormenta del norte" puede causar "un chubasco, una garúa o un huracán" en América Latina.
El presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Luis Alberto Moreno, quien también tomó parte en los debates, comentó que América Latina está preparada para los desafíos de un nuevo declive económico global. Sin embargo, advirtió que debe estar prevenida.
La XXII Cumbre Iberoamericana se celebrará en 2012 en la ciudad española de Cádiz, justo 200 años después de que la localidad albergara la promulgación de la primera Constitución de España.