¿Quién le tira un salvavidas al pueblo español?
Los españoles están pagando los platos rotos de los abusos cometidos por las entidades financieras. Sin embargo, son precisamente éstas las responsables de la crisis y las que reciben ayuda del Estado. El pueblo, al contrario, parece estar último en la cola de los que esperan ser rescatados, por lo que mucha gente busca salvarse en el extranjero, sin esperar que el Gobierno le tire un salvavidas.
Un pueblo exangüe
En una economía monetaria, "el dinero es como la sangre en el cuerpo humano y el sistema bancario sería la médula espinal, es la que genera el flujo de distribución del crédito", explica el economista jefe de Intermoney, José Carlos Díez. En este sentido, una gran parte de los españoles 'perdió mucha sangre'.
En esta crisis ya se perdieron más de 2 millones de empleos en España, 1,5 más que en el profundo bache económico de los 70, según el secretario de economía social y empleo de Comisiones Obreras, Jordi Ribó.
Algunas personas, cansadas de buscar empleo sin éxito en su propio país, tienen que hacer lo que probablemente hicieron sus padres hace décadas: poner su mente en los países menos afectados por la crisis.
El desempleo afecta incluso a los que cuentan con un título universitario y años de experiencia. Pero la desocupación entre la gente joven es aun más alta: de unos 4,4 millones de desempleados, cerca del 45% son menores de 25 años. Para ellos, encontrar un trabajo aunque sea temporal o tener contrato indefinido es una suerte.
Sacar provecho
La impresión que tienen muchos especialistas es que "se busca antes la estabilidad financiera y de empresas que el bien del ciudadano", dice Jordi Ribó.
Por un lado, "hay quien hace de la crisis una oportunidad" porque "tira salarios para abajo, reduce plantillas y empeora las condiciones laborales". Por otra parte, los Gobiernos deciden intervenir en el sistema bancario y recapitalizarlo, bajo la tutela de las instituciones europeas. Pero al mismo tiempo, recortan gastos públicos y programas sociales.
Pero esta situación que no alivia la vida de la gente ya tuvo sus consecuencias: manifestaciones de movimientos como el 15-M y 'Democracia real ya', así como la derrota de los socialistas en las pasadas elecciones, entre otras cosas. Y mientras la Unión Europea busca soluciones comunes para toda la zona euro a través de un mayor ajuste, la gente solo puede contar con sus propias fuerzas.