El FBI busca controlar las comunicaciones en redes sociales
La Oficina Federal de Investigación (FBI) estadounidense anuncia que está preparando el lanzamiento de una aplicación que permita rastrear los mensajes en las redes sociales, como Facebook y Twitter, para prevenir actos de violencia y delitos. Los defensores de la privacidad en la Red hablan de la amenaza a la libertad de expresión de los internautas que esto supondrá.
Para la creación de este programa, el FBI convocó un concurso para que los informáticos desarrollen hasta el próximo 10 de febrero un sistema que no solo detecte los mensajes ‘sospechosos’, sino que también localice desde dónde se han enviado y los incorpore en un mapa especial.
En un comunicado de la policía federal se indica que las redes sociales “se convierten en una importante fuente de datos, ya que es allí donde aparecen las primeras reacciones e informes sobre los acontecimientos más importantes”.
Sin embargo, este proyecto del FBI podría suponer una “violación a la privacidad y un ataque contra los derechos civiles”, según especialistas como Julia Wallance, activista del movimiento Ocupa Los Ángeles y de Luchas Unidas.
Ocupa Wall Street, una 'inspiración' para el FBI
Uno de los fenómenos que podría haber inspirado esta iniciativa del FBI es el movimiento social Ocupa Wall Street, convocado y coordinado desde y a través de Internet. El movimiento contra las injusticias del sistema financiero en EE. UU. se extendió por todo el país y encontró apoyo también en el extranjero. Asimismo, los videos y fotos publicados en la Red revelaron la excesiva violencia de las redadas policiales contra los manifestantes.
El interés del Gobierno norteamericano por las redes sociales, sitios web y blogs no es nada nuevo. Así, al principio del presente año el Departamento de Seguridad Nacional anunció que supervisa decenas de páginas y foros y analiza su contenido público poniendo como pretexto objetivos poco claros.
La 'ciberguerra' ya ha comenzado
Dichas actividades de las agencias federales de EE. UU. son aún peor percibidas por los usuarios de Internet y los defensores de las libertades en la web, que las combaten en forma de una auténtica ‘ciberguerra’ que se ha desarrollado en torno a las polémicas leyes antipiratas, como la SOPA o la PIPA. Una serie de ataques cibernéticos siguieron también al cierre del portal de intercambio de archivos Megaupload y al posterior arresto de su fundador.