ONG occidentales, implicadas en planes para dividir Egipto en cuatro partes
Las autoridades egipcias acusan a varias organizaciones no gubernamentales occidentales de colaborar en la desestabilización y el desmembramiento del país.
En las oficinas de varias ONG estadounidenses y una alemana se encontraron incluso mapas de la división de Egipto que supuestamente remiten a un plan de reparto de Oriente Próximo, elaborado hace tres décadas.
El diario estadounidense The New York Times indica que al menos cuatro ONG norteamericanas (Instituto Internacional Republicano, Instituto Nacional Democrático, Centro Internacional para Periodistas, Casa de la Libertad) y la alemana Fondo Konrad-Adenauer contrataban a egipcios para colaborar con la Inteligencia de EE. UU. y provocar enfrentamientos religiosos.
Las primeras inspecciones en las oficinas se realizaron ya en diciembre de 2011. Las autoridades han procesado a 19 estadounidenses, 14 egipcios y varios ciudadanos de otros países como Líbano, Alemania o Noruega. De ser declarados culpables, pueden pasar hasta cinco años en prisión.
El escándalo con las ONG ya ha provocado cierto enfriamiento en las relaciones entre El Cairo y Washington. EE. UU. amenazó, por ejemplo, con suspender la ayuda financiera al país africano.
El plan de reparto de Oriente Próximo
Por su parte, el periódico egipcio Al-Ahram publicó un artículo del periodista local Muhammad Dunia en el que el autor revela una estrategia de reparto no solo de Egipto, sino de todo Oriente Próximo, propuesta en los 80 por el profesor de la Universidad de Princeton Bernard Lewis.
Así, el plan “sionista-estadounidense” prevé la división de Egipto en cuatro países. El primero estaría bajo el control de los judíos y ocuparía el territorio desde el Sinaí hasta la Delta oriental del Nilo. Además, Lewis proponía crear un país cristiano con su centro en Alejandría, uno de Nubia (sur de Egipto unido con Sudán) y finalmente un país de bereberes con capital en El Cairo.
“Las fuerzas extranjeras solo esperan aprovechar acontecimientos como la reciente revolución para destruir Egipto”, advierte Dunia.