Medvédev: Rusia ha avanzado mucho en la dirección de las libertades civiles

“Hemos avanzado mucho en la dirección de las libertades civiles, aunque haya a quienes este progreso pueda parecerles algo inseguro. Es una maravilla vivir en un país libre. Lo digo como una persona que había vivido más de 20 años en otras condiciones. (...) Se puede preguntar a la gente que ha salido últimamente a diferentes plazas, da igual en apoyo de quién. Si les preguntásemos a ellos, contestarían que sí, que somos libres porque estamos aquí”, ha comentado el presidente saliente de Rusia, Dmitri Medvédev, en una entrevista concedida este veintiséis de abril a cinco cadenas de televisión rusa.

“Si hablamos de la gente que ha protestado contra las autoridades o contra otras cuestiones, respeto este derecho suyo, es perfectamente normal. No estoy de acuerdo con todo lo que se oía en las palestras, pero es que yo tengo un credo político diferente”, precisó el presidente. Puntualizó que su derecho debe respetarse y enfatizó que la mayoría absoluta respetó la legalidad. “Han salido, han dicho todo lo que piensan y luego han vuelto a salir, todo eso muy tranquilamente, sin causar problemas a nadie”, destacó. Añadió, además, que en calidad de presidente tiene la misma postura hacia todos los ciudadanos del país, independientemente de su posición política.

Según Medvédev, la gente sale a las calles porque ha aumentado la madurez política de la sociedad y ha cambiado la postura hacia las elecciones. En cuanto a los resultados de los comicios, argumentó que a escala nacional un fraude significativo no es posible: “Está la ley de los grandes números, por eso los resultados que se alcanzan siempre reflejan la voluntad de la población”. Admitió que aunque se trató de una infracción menor, el fraude afectó mucho a los votantes.

En cuanto a la huelga de hambre como forma de protesta contra los resultados de los comicios del 4 de marzo, comentó que la gente tiene derecho a manifestarse. Al mismo tiempo, advirtió que hace falta distinguir entre una protesta sincera y unos juegos políticos muy bien calculados al estilo de Hollywood. Acentuó, igual que Vladímir Putin unos días antes, que declarar una huelga de hambre y solo después ir a la corte es bastante raro.

En cuanto a la presunta organización desde el extranjero, especialmente desde EE. UU., de las manifestaciones políticas en Rusia, el presidente descartó la posibilidad de que la gente, apoyase a quien apoyase, fuera obligada a salir a las calles. Insistió en que se puede sacar a unas quinientas personas, pero no más.

El sistema antimisiles es un punto de divergencia

Rusia es un país grande y soberano, pero es cierto que EE. UU. intenta influir en los procesos internos del país, aunque Medvédev añadió que Rusia también trata de influir en los procesos de EE. UU.: “A nosotros no nos da igual qué es lo que pasa allí y es un interés mutuo, pero otra cosa es que tengamos menos oportunidades para influir. Siempre es necesario comportarse con tacto”.

El presidente saliente precisó que en Rusia todavía hay gente que “odia” a EE. UU. y que en aquel país también hay personas que sienten lo mismo por los rusos. Sobre este tema comentó el caso de la ciudad rusa de Uliánovsk, donde los comunistas están protestando por el presunto despliegue en la localidad de una base de la OTAN. El mandatario enfatizó que ni un solo efectivo de la Alianza pisará la ciudad y detalló que se tratará solo de una plataforma de apoyo para el tránsito aéreo de cargas de la OTAN con destino a Afganistán.

“Todas las disputas respecto al caso son una lucha política, un tema que ciertas fuerzas políticas han decidido explotar porque en nuestro país hay gente a quien no le gustan mucho los Estados Unidos y estas tendencias se pueden avivar”, añadió el mandatario y enfatizó que en EE. UU. también hay gente a quien no le gusta Rusia y varios políticos azuzan una “histeria antirrusa”.

“Las relaciones entre Rusia y los Estados Unidos nunca han sido ideales pero los últimos cuatro años han sido las mejores de toda su historia”, afirmó Medvédev. “Pero esto no significa que hayamos llegado a un acuerdo en todo. El sistema antimisiles es un punto de divergencia para nosotros. Esta cuestión no está cerrada todavía, tenemos unos 5-7 años más para resolverla. Si no, tendremos que desplegar misiles, no hay otra solución”, sostuvo el político.

Medvédev también comentó que entre los candidatos que competirán por la presidencia de EE. UU. este año hay uno con quien simpatiza y que le gustaría que fuera quien siguiera ejerciendo la administración del país, haciendo así una alusión a Barack Obama.

Mientras tanto el analista político Layos Shashdi cree que el futuro de un posible acuerdo sobre el escudo norteamericano, dependerá de quién llegue al poder en Estados Unidos.

Ejército

Medvédev destacó que una de las prioridades de Rusia debe ser una reforma de sus Fuerzas Armadas destinada a convertirlas en una institución fuerte, preparada para el combate y motivada. Detalló que para el año 2020 el 85 % del contingente estará compuesto por efectivos profesionales contratados y será reemplazado entre un 50 % y un 70 % del armamento. Añadió que para el Ejército ruso es una necesidad vital obtener nuevos misiles, vehículos blindados y medios de comunicación modernizados.

El caso de Jodorkovski

En la entrevista Medvédev abordó también el caso de Mijaíl Jodorkovski. “Sin una petición por parte del recluso, la amnistía no es posible”, puntualizó, detallando que es la condición que impone la Constitución rusa. Jodorkovski, que actualmente cumple condena de prisión, ha declarado en numerosas ocasiones que no va a solicitar la amnistía.

Primavera árabe

"Después de la primavera árabe va a venir un otoño árabe frío", ha comentado el mandatario ruso en el marco de su entrevista. Acentuó que en el mundo árabe la situación es muy inestable: "En varios país los radicales buscan llegar al poder, trabajar con ellos va a ser mucho más complicado. Les digo a todos, a nuestros socios estadounidenses y a nuestros socios europeos, que el objetivo de cualquier cambio, por bueno que sea, no debe ser la entrega del poder a los extremistas". Al mismo tiempo el presidente subrayó que espera que la población de estos países haga una elección correcta.

Relación con Putin

En relación con la victoria de Putin en las elecciones presidenciales y la perspectiva de ocupar el puesto de primer ministro en el nuevo Gobierno, Medvédev insistió: “No intercambiamos cargos. Putin obtuvo el puesto de presidente en una lucha, al recibir un apoyo significativo de la población. Si el pueblo lo hubiese rechazado, no habría ningún ‘intercambio’ de puestos”. Añadió que lo mismo se aplica al cargo de jefe de Gobierno que el presidente electo tiene la intención de ofrecerle: “Todavía hace falta que la Duma Estatal apruebe mi candidatura”.

Acentuó, además, que el hecho de que en Rusia haya varias personas y no una que influya de manera decisiva en los procesos políticos es la democracia, un seguro adicional. Según él, no es determinante cuántas son estas personas. Añadió que su colaboración con Putin es aún más fructífera gracias al hecho de que no tienen solo una relación política, sino también amistosa que dura 20 años.

Medvédev asumió la presidencia de la Federación de Rusia en mayo de 2008. El siete de mayo de 2012 cederá el paso a Vladímir Putin, el nuevo jefe de Estado electo del país. Sin embargo, no tiene previsto abandonar la política. El presidente electo y el primer ministro actual de Rusia, Vladímir Putin, propuso el pasado veinticuatro de abril la candidatura de Medvédev para el cargo de presidente del partido oficialista Rusia Unida. En varias ocasiones Putin ha declarado, además, que su intención es ofrecer a Medvédev el puesto de primer ministro en su nuevo Gobierno.