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Gran indignación musulmana: los disturbios se dispersan en la región
La película en la que se ridiculiza al profeta del islam, Mahoma, enciende la ira de los musulmanes y provoca ataques contra misiones diplomáticas estadounidenses en varios países árabes, como Libia, Egipto o Túnez y la Autoridad Palestina.
Ante la posible continuación de disturbios ante las instalaciones diplomáticas de EE.UU., Washington ha evacuado a todo su personal de Bengasi a Trípoli. La embajada de la capital se redujo a personal de emergencia.
Este miércoles los palestinos han quemado la bandera estadounidense frente a la sede de las Naciones Unidas en la ciudad de Gaza. El hecho se produjo durante una manifestación que congregó a centenares de musulmanes indignados con la película que insulta el islam.
Además, centenares de personas se manifestaron este 12 de septiembre frente a la embajada de EE.UU. en Túnez, el país donde se inició la 'primavera árabe'. La Policía local dispersó a los manifestantes con gases lacrimógenos y balas de goma.
El martes un grupo de musulmanes enfurecidos, con armas en las manos, asaltó la embajada de EE.UU. en El Cairo y el consulado de EE.UU. en Bengasi. La Policía del Cairo arrestó a cuatro participantes en los disturbios frente a la embajada estadounidense. Las autoridades egipcias continuan la búsqueda de otros implicados en la acción de protesta.
En el ataque contra el consulado en Bengasi murió el embajador estadounidense en Libia, Christopher Stevens, y tres miembros del personal del Consulado. Las autoridades estadounidenses y el Consejo de Seguridad de la ONU condenaron severamente el ataque.
Además, en Afganistán prohibieron el acceso al sitio YouTube para que los afganos no tengan la posibilidad de ver la película. Talibán, a su vez, llamó al pueblo afgano a prepararse para la lucha contra los estadounidenses a raíz del polémico filme sobre el profeta Mahoma.
El movimiento islamista libanés Hezbolá condenó la película estadounidense sobre el profeta. En un comunicado dijo que muestra "la verdadera actitud de los sionistas norteamericanos hacia musulmanes y el islam", y su acceso a las pantallas "testimonia la agresión contra los derechos humanos básicos, como el respeto a la libertad religiosa".
Entre tanto el director de la película, Sam Bacile, que ahora prefiere estar en la sombra, dijo que "el islam es un cáncer". Bacile, que se identifica como un judío de Israel, añadió que su película fue creada para "condenar el islam".
Este miércoles los palestinos han quemado la bandera estadounidense frente a la sede de las Naciones Unidas en la ciudad de Gaza. El hecho se produjo durante una manifestación que congregó a centenares de musulmanes indignados con la película que insulta el islam.
Además, centenares de personas se manifestaron este 12 de septiembre frente a la embajada de EE.UU. en Túnez, el país donde se inició la 'primavera árabe'. La Policía local dispersó a los manifestantes con gases lacrimógenos y balas de goma.
El martes un grupo de musulmanes enfurecidos, con armas en las manos, asaltó la embajada de EE.UU. en El Cairo y el consulado de EE.UU. en Bengasi. La Policía del Cairo arrestó a cuatro participantes en los disturbios frente a la embajada estadounidense. Las autoridades egipcias continuan la búsqueda de otros implicados en la acción de protesta.
En el ataque contra el consulado en Bengasi murió el embajador estadounidense en Libia, Christopher Stevens, y tres miembros del personal del Consulado. Las autoridades estadounidenses y el Consejo de Seguridad de la ONU condenaron severamente el ataque.
Además, en Afganistán prohibieron el acceso al sitio YouTube para que los afganos no tengan la posibilidad de ver la película. Talibán, a su vez, llamó al pueblo afgano a prepararse para la lucha contra los estadounidenses a raíz del polémico filme sobre el profeta Mahoma.
El movimiento islamista libanés Hezbolá condenó la película estadounidense sobre el profeta. En un comunicado dijo que muestra "la verdadera actitud de los sionistas norteamericanos hacia musulmanes y el islam", y su acceso a las pantallas "testimonia la agresión contra los derechos humanos básicos, como el respeto a la libertad religiosa".
Entre tanto el director de la película, Sam Bacile, que ahora prefiere estar en la sombra, dijo que "el islam es un cáncer". Bacile, que se identifica como un judío de Israel, añadió que su película fue creada para "condenar el islam".
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