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Ignorar las demandas de los manifestantes merma el prestigio político del Gobierno español
La frecuencia e intensidad de las protestas ciudadanas de este otoño en España pueden desestabilizar al Gobierno si este no empieza a atender las demandas de la población, opina el analista Miguel-Anxo Murado.
En su intervención ante la ONU, el presidente del Gobierno español no se ha detenido a valorar el sentido del clamor popular que miles de personas expresaron ayer en Madrid en la acción Rodea el Congreso pero sí ha defendido el sistema democrático del país y ha puesto el proceso de transición política posfranquista como modelo para los países que han vivido la primavera árabe. “La experiencia democrática española puede ser útil a los países árabes inmersos en procesos de transición”, afirmó el presidente del Gobierno español.
Sin embargo, como afirma el analista de política internacional Miguel-Anxo Murado, la transición española no es tan modélica como Rajoy proclama y sigue siendo, de hecho, muy discutida en España. Respecto a los acontecimientos sociales actuales, el experto destaca las consecuencias que puede tener la distancia entre las políticas del Gobierno y las necesidades de la ciudadanía. "Si el Gobierno no atiende a las demandas de la población seguirá perdiendo prestigio político y crédito y no sé si podrá resistir mucho tiempo de esta manera", opina Murado.
Mientras tanto, en Madrid miles de personas se preparan para ‘reeditar’ las concentraciones de ayer. Con el lema ‘Volvemos el 26S’, se están organizado movilizaciones en la capital española para seguir exigiendo cambios al Gobierno. Los organizadores están promoviendo, como han venido haciendo desde el principio de las propuestas, una respuesta pacífica y alertan de las posibles provocaciones a la violencia para evitar que se repitan los incidentes del 25S.
Marisa Pérez, activista del movimiento, asegura que el dispositivo policial del martes fue “intimidatorio, desproporcionado y amenazante“ y que “se ha demostrado de manera masiva y plural que la población estaba en la calle”.
Los manifestantes esta tarde volverán a exigir un proceso constituyente y nuevas normas que regulen la convivencia, la regulación de los bienes comunes y las normas democráticas por las que los españoles toman decisiones. Para el sábado también está convocada una acción similar.
Sin embargo, como afirma el analista de política internacional Miguel-Anxo Murado, la transición española no es tan modélica como Rajoy proclama y sigue siendo, de hecho, muy discutida en España. Respecto a los acontecimientos sociales actuales, el experto destaca las consecuencias que puede tener la distancia entre las políticas del Gobierno y las necesidades de la ciudadanía. "Si el Gobierno no atiende a las demandas de la población seguirá perdiendo prestigio político y crédito y no sé si podrá resistir mucho tiempo de esta manera", opina Murado.
Mientras tanto, en Madrid miles de personas se preparan para ‘reeditar’ las concentraciones de ayer. Con el lema ‘Volvemos el 26S’, se están organizado movilizaciones en la capital española para seguir exigiendo cambios al Gobierno. Los organizadores están promoviendo, como han venido haciendo desde el principio de las propuestas, una respuesta pacífica y alertan de las posibles provocaciones a la violencia para evitar que se repitan los incidentes del 25S.
Marisa Pérez, activista del movimiento, asegura que el dispositivo policial del martes fue “intimidatorio, desproporcionado y amenazante“ y que “se ha demostrado de manera masiva y plural que la población estaba en la calle”.
Los manifestantes esta tarde volverán a exigir un proceso constituyente y nuevas normas que regulen la convivencia, la regulación de los bienes comunes y las normas democráticas por las que los españoles toman decisiones. Para el sábado también está convocada una acción similar.
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