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El último bastión del régimen de Gaddafi, al borde de una catástrofe humanitaria
Los residentes de la ciudad libia de Bani Walid se encuentran en una situación extrema debido al asedio de las fuerzas gubernamentales. Según el consejo social, las autoridades libias empujan a la ciudad a una catástrofe humanitaria.
“La situación en Bani Waild es muy complicada. No hay comida. Se cortó el suministro de gas y electricidad. Se cortaron los envíos de todos los materiales para Bani Waild. Los grupos de milicias rodearon la ciudad y bloquearon la entrada principal a la urbe. Y las autoridades no hicieron nada por ayudar a los habitantes de la ciudad”, describe la situación actual en una entrevista con RT Abdul Hamid Ashandli, miembro del consejo social de la ciudad.
La ciudad fue uno de los últimos bastiones de Gaddafi en caer en la guerra civil que asoló el país. Sin embargo, los partidarios del antiguo régimen volvieron a tomar la ciudad.
La ONG Amnistía Internacional (AI) hizo un llamamiento a las autoridades para que eviten el abuso de fuerza y permitan la entrada de suministros de productos necesarios para la población: alimentos y medicamentos básicos.
Además AI denuncia que cientos de residentes de la ciudad fueron detenidos por las agrupaciones armadas. Muchos siguen arrestados sin cargos y sin juicio y algunos son sometidos a malos tratos, indicó en un comunicado la organización de derechos humanos.
"Muchos grupos armados llegaron a la ciudad de Bani Walid y pidieron a la gente que abandonase la ciudad. No vamos a hacerlo porque queremos defender nuestros derechos, nuestros hogares y nuestras familias", dijo Alshandoli.
Hace unos días las autoridades libias autorizaron un asalto de Bani Walid, donde se agravaron los enfrentamientos entre las fuerzas gubernamentales y los representantes de la oposición. La decisión fue tomada tras la muerte en la ciudad de Omran Shaaban, el revolucionario considerado autor de la captura de Muammar Gaddafi el año pasado.
Entre tanto el Parlamento libio destituyó al primer ministro, Mustafa Abushagur, tras rechazar su propuesta de formación del Gobierno de emergencia. Abushagur fue el primer mandatario elegido en Libia tras el derrocamiento y la muerte de Muammar Gaddafi después de la guerra civil que se desató en el país. Ahora el órgano legislativo libio debe elegir a un nuevo primer ministro en un plazo máximo de 30 días.
La ciudad fue uno de los últimos bastiones de Gaddafi en caer en la guerra civil que asoló el país. Sin embargo, los partidarios del antiguo régimen volvieron a tomar la ciudad.
La ONG Amnistía Internacional (AI) hizo un llamamiento a las autoridades para que eviten el abuso de fuerza y permitan la entrada de suministros de productos necesarios para la población: alimentos y medicamentos básicos.
Además AI denuncia que cientos de residentes de la ciudad fueron detenidos por las agrupaciones armadas. Muchos siguen arrestados sin cargos y sin juicio y algunos son sometidos a malos tratos, indicó en un comunicado la organización de derechos humanos.
"Muchos grupos armados llegaron a la ciudad de Bani Walid y pidieron a la gente que abandonase la ciudad. No vamos a hacerlo porque queremos defender nuestros derechos, nuestros hogares y nuestras familias", dijo Alshandoli.
Hace unos días las autoridades libias autorizaron un asalto de Bani Walid, donde se agravaron los enfrentamientos entre las fuerzas gubernamentales y los representantes de la oposición. La decisión fue tomada tras la muerte en la ciudad de Omran Shaaban, el revolucionario considerado autor de la captura de Muammar Gaddafi el año pasado.
Entre tanto el Parlamento libio destituyó al primer ministro, Mustafa Abushagur, tras rechazar su propuesta de formación del Gobierno de emergencia. Abushagur fue el primer mandatario elegido en Libia tras el derrocamiento y la muerte de Muammar Gaddafi después de la guerra civil que se desató en el país. Ahora el órgano legislativo libio debe elegir a un nuevo primer ministro en un plazo máximo de 30 días.
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