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Las relaciones entre EE.UU. y Cuba, con moderadas esperanzas de avance
Washington se muestra dispuesto a 'tender una mano' para mejorar la relación con La Habana. Sin embargo, las autoridades estadounidenses rechazan el diálogo propuesto por Cuba en el caso de Alan Gross y los cinco cubanos.
Las declaraciones desde la Casa Blanca respecto a las relaciones con Cuba inspiran ciertas esperanzas, pero de carácter muy moderado, según consideran varios analistas políticos.
La postura de Barack Obama hacia La Habana, que fue formulada por su asesor, sigue la línea política del primer mandato del líder norteamericano. El presidente de Estados Unidos se muestra dispuesto a tenderle una mano a los cubanos, siempre que el Gobierno de la isla dé señales de que está interesado en el cambio. Sin embargo, no se precisa de qué tipo de cambios se trata.
Anteriormente, las autoridades cubanas han subrayado en reiteradas ocasiones que no tienen previsto modificar su sistema político, mientras que en el ámbito económico se tomó rumbo a la llamada actualización.
“EE.UU. lleva 50 años construyendo pretextos para justificar su política hacia Cuba”, opina el analista político internacional Iroel Sánchez.
Lo que esperan los cubanos de la Administración de Barack Obama, al igual que de todos los sucesivos gobiernos de EE.UU. durante los últimos 50 años, es el levantamiento del embargo económico impuesto sobre la isla. La Habana tacha estas sanciones de genocidio y cuenta sus pérdidas en miles de millones de dólares. Durante su primer mandato, Obama tomó una serie de medidas para facilitar los viajes y el envío de remesas a Cuba. Estos pasos fueron recibidos positivamente en la isla.
Otra piedras en las que tropiezan las relaciones entre Washington y este país caribeño son el caso de los Cinco y el caso de Alan Gross. Ambas partes exigen el excarcelamiento de sus ciudadanos de forma inmediata, pero no han logrado un compromiso durante muchos años.
A pesar de las circunstancias tan difíciles para el diálogo, hay que esperar para comprobar si esta vez las intenciones de la Casa Blanca se quedarán solo en declaraciones o se convierten en medidas reales.
La postura de Barack Obama hacia La Habana, que fue formulada por su asesor, sigue la línea política del primer mandato del líder norteamericano. El presidente de Estados Unidos se muestra dispuesto a tenderle una mano a los cubanos, siempre que el Gobierno de la isla dé señales de que está interesado en el cambio. Sin embargo, no se precisa de qué tipo de cambios se trata.
EE.UU. lleva 50 años construyendo pretextos para justificar su política hacia Cuba"
Anteriormente, las autoridades cubanas han subrayado en reiteradas ocasiones que no tienen previsto modificar su sistema político, mientras que en el ámbito económico se tomó rumbo a la llamada actualización.
“EE.UU. lleva 50 años construyendo pretextos para justificar su política hacia Cuba”, opina el analista político internacional Iroel Sánchez.
Lo que esperan los cubanos de la Administración de Barack Obama, al igual que de todos los sucesivos gobiernos de EE.UU. durante los últimos 50 años, es el levantamiento del embargo económico impuesto sobre la isla. La Habana tacha estas sanciones de genocidio y cuenta sus pérdidas en miles de millones de dólares. Durante su primer mandato, Obama tomó una serie de medidas para facilitar los viajes y el envío de remesas a Cuba. Estos pasos fueron recibidos positivamente en la isla.
Otra piedras en las que tropiezan las relaciones entre Washington y este país caribeño son el caso de los Cinco y el caso de Alan Gross. Ambas partes exigen el excarcelamiento de sus ciudadanos de forma inmediata, pero no han logrado un compromiso durante muchos años.
A pesar de las circunstancias tan difíciles para el diálogo, hay que esperar para comprobar si esta vez las intenciones de la Casa Blanca se quedarán solo en declaraciones o se convierten en medidas reales.
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