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Canadá podría aprobar una ley similar al ACTA, alentada por EE.UU.
Canadá ha presentado un proyecto de ley similar al Acuerdo Comercial de Lucha Contra la Falsificación, también conocido como ACTA. Recientemente EE.UU. instó a Canadá a aprobar el polémico proyecto de ley.
Según Ottawa, la ley C-56 o Ley de Lucha Contra la Falsificación de Productos, tiene como objetivo combatir de manera más eficiente el problema de la falsificación y la piratería, al igual que el controvertido tratado internacional ACTA. Si se aprueba, el documento afectaría principalmente a los derechos de autor y supondría la introducción de nuevas sanciones penales contra la falsificación de marcas comerciales.
El proyecto de ley ha suscitado el temor de que Canadá pueda estar preparándose para ratificar el ACTA, que promueve fijar en las legislaciones nacionales nuevas sanciones penales contra los proveedores y usuarios de Internet que no observen la legalidad de todos los contenidos que suban, guarden o descarguen. Y es que EE.UU., uno de los principales impulsores del acuerdo junto con Japón, ha alentado a Ottawa a cumplir con el polémico tratado.
La Oficina del Representante Comercial de EE.UU. instó recientemente a Canadá a "cumplir sus obligaciones del Acuerdo Comercial Antifalsificación proporcionando a sus funcionarios de aduanas autoridad oficial para detener el tránsito de productos falsificados y pirateados a través de su territorio".
De momento, los Gobiernos de 31 países se han suscrito al ACTA, entre ellos EE.UU., Canadá, Japón, Corea del Sur, México y 22 de los 27 Estados miembros de la UE. Sin embargo, para entrar en vigor, debe ser ratificado por al menos seis de las partes que lo han negociado, una tarea que está encontrando trabas en su camino, dado que la UE bloqueó el pasado mes de diciembre el documento. Hasta ahora, únicamente Japón ha asegurado su participación.
Tanto los internautas activos como políticos de distintos países temen que esta cláusula criminalice a la mayor parte de la sociedad. Los detractores afirman también que el tratado tiene por objeto proteger los derechos de autor en detrimento de la libertad de expresión. El ACTA se ha enfrentado a un fuerte rechazo en las redes sociales, levantando una oleada de críticas y llevando a miles de personas a protestar contra el acuerdo en todo el mundo.
El proyecto de ley ha suscitado el temor de que Canadá pueda estar preparándose para ratificar el ACTA, que promueve fijar en las legislaciones nacionales nuevas sanciones penales contra los proveedores y usuarios de Internet que no observen la legalidad de todos los contenidos que suban, guarden o descarguen. Y es que EE.UU., uno de los principales impulsores del acuerdo junto con Japón, ha alentado a Ottawa a cumplir con el polémico tratado.
La Oficina del Representante Comercial de EE.UU. instó recientemente a Canadá a "cumplir sus obligaciones del Acuerdo Comercial Antifalsificación proporcionando a sus funcionarios de aduanas autoridad oficial para detener el tránsito de productos falsificados y pirateados a través de su territorio".
De momento, los Gobiernos de 31 países se han suscrito al ACTA, entre ellos EE.UU., Canadá, Japón, Corea del Sur, México y 22 de los 27 Estados miembros de la UE. Sin embargo, para entrar en vigor, debe ser ratificado por al menos seis de las partes que lo han negociado, una tarea que está encontrando trabas en su camino, dado que la UE bloqueó el pasado mes de diciembre el documento. Hasta ahora, únicamente Japón ha asegurado su participación.
Tanto los internautas activos como políticos de distintos países temen que esta cláusula criminalice a la mayor parte de la sociedad. Los detractores afirman también que el tratado tiene por objeto proteger los derechos de autor en detrimento de la libertad de expresión. El ACTA se ha enfrentado a un fuerte rechazo en las redes sociales, levantando una oleada de críticas y llevando a miles de personas a protestar contra el acuerdo en todo el mundo.
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