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Afganistán suspende las negociaciones sobre el acuerdo de seguridad con EE.UU.
Afganistán suspende las negociaciones con EE.UU. sobre el acuerdo bilateral de seguridad por una "contradicción" en las acciones de Washington, según ha comunicado este miércoles la Administración del presidente afgano, Hamid Karzai.
"Hay una contradicción entre las cosas que el Gobierno de EE.UU. dice y las cosas que hace respecto a las negociaciones de paz con Afganistán", ha comentado Karzai, que ha acentuado que la decisión ha sido tomada como protesta por las inconsistencias en la propuesta de negociación que EE.UU. hizo al movimiento talibán.
La Administración de Karzai tenía planeado negociar cara a cara con el movimiento talibán, pero los talibanes y EE.UU. anunciaron que primero iban a mantener unas negociaciones directas bilaterales antes de que se uniera el Gobierno afgano. El presidente estadounidense, Barack Obama, por su parte, ha comentado que se esperaba la posibilidad de divergencias a la hora de iniciar las negociaciones de reconciliación y que confía en que las negociaciones de paz continúen a pesar de los desafíos. Estaba programado que el acuerdo bilateral sobre seguridad entre en vigor en cuanto las tropas internacionales abandonen el territorio del país a finales de 2014.
No obstante, el Departamento de Estado de EE.UU. anunció el miércoles que la visita del enviado especial de EE.UU. para Afganistán y Pakistán, James Dobbins, para entablar conversaciones con los talibanes ha sido suspendida por un plazo indefinido. “Estamos discutiendo cuáles son los próximos pasos a tomar y, en función de ello, será ficjada la fecha de su viaje”, declaró la portavoz del ministerio, Jennifer Psaki.
Un día antes Washington comunicó que el 20 de junio iba a iniciar una rueda de negociaciones directas con el movimiento talibán, bajo la condición de que los talibanes renuncien a la violencia, rompan sus vínculos con Al Qaeda y respeten la Constitución de Afganistán. Pocas horas después de esta declaración, los talibanes asumieron la responsabilidad del ataque contra la base aérea de Bagram en el que perdieron la vida cuatro soldados estadounidenses. Un portavoz del movimiento, Zabihullah Mujahid, comentó a la cadena Al Jazeera que el grupo no va a cambiar ni sus tácticas ni sus objetivos y que seguirá asaltando a los militares estadounidenses en Afganistán.
La Administración de Karzai tenía planeado negociar cara a cara con el movimiento talibán, pero los talibanes y EE.UU. anunciaron que primero iban a mantener unas negociaciones directas bilaterales antes de que se uniera el Gobierno afgano. El presidente estadounidense, Barack Obama, por su parte, ha comentado que se esperaba la posibilidad de divergencias a la hora de iniciar las negociaciones de reconciliación y que confía en que las negociaciones de paz continúen a pesar de los desafíos. Estaba programado que el acuerdo bilateral sobre seguridad entre en vigor en cuanto las tropas internacionales abandonen el territorio del país a finales de 2014.
No obstante, el Departamento de Estado de EE.UU. anunció el miércoles que la visita del enviado especial de EE.UU. para Afganistán y Pakistán, James Dobbins, para entablar conversaciones con los talibanes ha sido suspendida por un plazo indefinido. “Estamos discutiendo cuáles son los próximos pasos a tomar y, en función de ello, será ficjada la fecha de su viaje”, declaró la portavoz del ministerio, Jennifer Psaki.
Un día antes Washington comunicó que el 20 de junio iba a iniciar una rueda de negociaciones directas con el movimiento talibán, bajo la condición de que los talibanes renuncien a la violencia, rompan sus vínculos con Al Qaeda y respeten la Constitución de Afganistán. Pocas horas después de esta declaración, los talibanes asumieron la responsabilidad del ataque contra la base aérea de Bagram en el que perdieron la vida cuatro soldados estadounidenses. Un portavoz del movimiento, Zabihullah Mujahid, comentó a la cadena Al Jazeera que el grupo no va a cambiar ni sus tácticas ni sus objetivos y que seguirá asaltando a los militares estadounidenses en Afganistán.
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