Ondas gravitacionales para principiantes: datos clave sobre la increíble predicción de Einstein
Este jueves los científicos han confirmado la existencia de las ondas gravitacionales por primera vez en la historia. No se avergüence si este tema le deja confundido o si, simplemente, no puede compartir este entusiasmo: le ofrecemos una breve guía para que conozca todos los detalles.
1. Un siglo de búsqueda
Einstein mencionó las ondas gravitacionales por primera vez hace exactamente un siglo, en 1916, cuando formuló su Teoría General de la Relatividad. Los científicos se han devanado los sesos sobre este misterio desde entonces.
2. 'Cama elástica'
El universo es como una gran 'cama elástica'. Einstein se lo imaginaba como un tejido del espacio-tiempo y las ondas gravitacionales serían como ondulaciones de ese tejido.
Imagínese que deja caer un melón y una pelota de pimpón encima de ese tejido. ¿Cuál se 'hundiría' más? En el universo sucede lo mismo: los objetos más ligeros crean menos ondulación.
3. Un choque
Las ondas gravitacionales se crean cuando dos o más objetos de gran tamaño chocan entre sí. Desde un punto de vista teórico, la colisión de dos agujeros negros causaría una onda masiva.
4. Los orígenes del universo
Las ondas gravitacionales se crearon a raíz del Big Bang, hace alrededor de 13.800 millones de años. Al parecer, todavía las sentimos, aunque son mínimas. Esta es la razón por la que la detección de ondas gravitacionales es tan importante: podría darnos la respuesta sobre los orígenes del universo.
5. ¿Existen o no?
Tras varios meses de discusiones, este jueves los científicos han confirmado la existencia de las ondas gravitacionales por primera vez en la historia.
6. ¿Cómo 'cazarlas'?
Una de las formas de 'cazar' las ondas es midiendo los estiramientos en el espacio-tiempo. Para lograrlo, los científicos estadounidenses utilizan un enorme sistema, el Observatorio de Interferometría Láser de Ondas Gravitacionales (LIGO), cuyo objetivo es detectar pequeñas vibraciones causadas por el paso de las ondas gravitacionales.
7. Un láser gigante, pero no infalible
El LIGO alcanza un máximo de 225 millones de años luz de distancia y es tan sensible que atrapa desplazamientos 10.000 veces menores que el diámetro de un protón. Sin embargo, a veces comete errores; por ejemplo, en 2010 se dejó engañar por una señal falsa... enviada por científicos. No obstante, hay que tener en cuenta que hace seis años no disponía de una tecnología tan avanzada como hoy en día.
8. Falsa alarma
Hace poco menos de dos años casi atrapamos ondas gravitacionales, pero una vez más resultó ser una falsa alarma. En marzo de 2014, la comunidad de astrofísicos afirmó haber encontrado evidencias sobre la existencia de ondas gravitacionales, pero meses después admitió que la señal detectada en realidad fue causada por algo mucho más mundano: polvo interestelar.
Si todavía no entiende muy bien qué sucede, no se preocupe: esta guía es demasiado breve para un misterio tan antiguo como nuestro universo. Además, recuerde que los científicos buscando respuestas desde hace 100 años, más el tiempo que empleó el propio Einstein.