Ciencias
Un nuevo 'drone' estadounidense podrá volar sin necesidad de aterrizar
Un grupo de ingenieros está desarrollado el prototipo de una nueva nave no tripulada basada en un concepto de planeo dinámico de hace 117 años, capaz de volar por un tiempo indefinido, publica la revista 'Popular Science'.
En 1883, el Premio Nobel de Física John Strutt estudió la mecánica de vuelo del pelícano y propuso que las aves obtienen energía a partir de las diferencias en la velocidad del viento, lo que les permite permanecer en el aire sin tener que mover las alas. En base a ese principio propuso que, aprovechando esta técnica, llamada luego planeo dinámico, una nave podría, en teoría, volar con poco o nada de combustible durante semanas, meses o incluso años.
Tuvieron que pasar varias décadas de lento desarrollo de este concepto, en las que los ingenieros no pudieron aplicarlo en naves de gran tamaño, hasta que en 2006 un equipo formado por miembros de la Fuerza Aérea de los EE.UU. y la NASA volaron un planeador L-23 Super Blanik modificado en la base militar aérea de Edwards, demostrando que un avión grande también es capaz de utilizar esta técnica.
Ahora un equipo de la Universidad de Lehigh, dirigido por el ingeniero Joachim Grenestedt, está puliendo el concepto, desarrollando una nave no tripulada diseñada para volar "siempre". El avión de 6,4 metros de largo, con alas de fibra de carbono, estará diseñado para volar en las corrientes en chorro (flujo de aire) por encima de los 6.000 kilómetros y a velocidades de hasta 480 km/h.
A finales de este año, el equipo llevará a cabo pruebas a baja altura con un modelo de planeador. Si todo va bien, Grenestedt asegura que fijará como objetivo su avión, el JetStreamer, que podrá utilizar corrientes en chorro que alcancen velocidades de 320 km/h.
En el futuro, los aviones de planeo dinámico podrían convertirse en plataformas de observación, que servirán para recopilar información del tiempo o la vida silvestre. También podrían servir para transmitir señales de televisión o de teléfonos celulares.
Tuvieron que pasar varias décadas de lento desarrollo de este concepto, en las que los ingenieros no pudieron aplicarlo en naves de gran tamaño, hasta que en 2006 un equipo formado por miembros de la Fuerza Aérea de los EE.UU. y la NASA volaron un planeador L-23 Super Blanik modificado en la base militar aérea de Edwards, demostrando que un avión grande también es capaz de utilizar esta técnica.
Ahora un equipo de la Universidad de Lehigh, dirigido por el ingeniero Joachim Grenestedt, está puliendo el concepto, desarrollando una nave no tripulada diseñada para volar "siempre". El avión de 6,4 metros de largo, con alas de fibra de carbono, estará diseñado para volar en las corrientes en chorro (flujo de aire) por encima de los 6.000 kilómetros y a velocidades de hasta 480 km/h.
A finales de este año, el equipo llevará a cabo pruebas a baja altura con un modelo de planeador. Si todo va bien, Grenestedt asegura que fijará como objetivo su avión, el JetStreamer, que podrá utilizar corrientes en chorro que alcancen velocidades de 320 km/h.
En el futuro, los aviones de planeo dinámico podrían convertirse en plataformas de observación, que servirán para recopilar información del tiempo o la vida silvestre. También podrían servir para transmitir señales de televisión o de teléfonos celulares.
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