Las pretensiones del estilo ruso en el Festival de Cine de Venecia

Cuatro películas rusas en el Festival Internacional de Cine en Venecia mantienen su condición de ‘laboratorio de cine’. En el marco de gran competencia entre los certámenes, el festival de cine más antiguo del mundo en su cartel pone el acento en el cine de autor, cine experimental y documental. Y en contraposición con el año pasado, en el que Rusia no participó en el programa principal del concurso, esta vez eligieron la película rusa ‘Ovsianki’, de Alexei Fedorchenko, mientras otras tres obras de esta nacionalidad están en el programa ‘Horizontes’, centrado este año en el cine experimental.

Es la sección ‘Horizontes’ que en el año de 2005 entregó a Alexei Fedorchenko su primer premio por su película semidocumental ‘Los Primeros en la Luna’ sobre el lanzamiento de los aparatos soviéticos con el objetivo de conquistar el espacio en 1938. Ahora, ya en el concurso general, el director muestra la película sobre el amor y la muerte grabado como “una parábola singular ética” (según el mensaje de prensa).

Basada en el cuento del dramaturgo Denis Osokin, película trata sobre cómo el director de una fábrica de papel va a enterrar a su esposa Tania en el lugar donde pasaron su mes de 'Luna de Miel' e invita a un fotógrafo con quién reflexiona sobre la vida.

“Para Fedorchenko esta película es acertada. Logró encontrar un balance entre todo, tiene buena base literaria y un tono muy original. Además, se manifiestan aquí sus rasgos más característicos de su talento en gran medida”, afirma el crítico de cine ruso Kirill Razlógov en una entrevista a la agencia RIA Novosti.

Pese a ello, no se arriesga a pronosticas si la película obtendrá algun premio en Venecia, teniendo en cuenta que entre los rivales de Fedorchenko están nombres tan reputados como el francés François Ozon, el japonés Miike Takashi, el aleman Tom Tykwer, la americana Sofia Coppola o el americano Darren Aronofsky.

Pero las películas que participan en la sección ‘Horizontes’ tienen muchas posibilidades de tener éxito, según Razlógov, teniendo en cuenta, además, que competirán por una mayor cantidad de premios. Desde este año, el programa ‘Horizontes’ no sólo entrega el premio principal, sino también uno especial del jurado, un premio al mejor cortometraje y otro al mejor mediometraje.

A ese posible éxito aspiran las cintas ‘El Débil Rot Front’ de Victor Alimpíev, ‘La Inspiración’ de Galina Miznikova y Serguéi Provorov, así como ‘Los Briliantes’ de Rustam Jamdámov, con la bailarina Diana Vishnieva como protragonista y la conocida actriz Renata Litvínova.

Si comparamos los festivales de Venecia y de Cannes, las diferencias entre ellos, según el director del programa del Festival Internacional de Cine de Moscú, “son las relaciones entre los intereses de la industria y los de  los estetas. “Aunque la industria desempeña un gran papel en ambos festivales, con todo esto, las películas de búsqueda creativa, experimentales, de nuevos directores o directores que todavía no se consideran los de primera fila, aparecen más frecuentemente en Venecia. Y, en general, el programa de Venecia suele ser más interesante desde el punto de vista del arte cinematográfico, en comparación con el programa de Cannes, sin contar secciones de Cannes, como la clásica, las películas antiguas maravillosamente elegidas”, afirmó Razlogov.

Galina Miznikova y Serguéi Provorov

El dueto artístico participó en la Bienal de Venecia en el año 2005 con su instalación ‘El Viento Milagroso’, que estaba conformada por un paseo estrecho con ventiladores. El viento de ventiladores soplaba muy suave o, por el contrario, casi tiraba al suelo al observador. La idea del proyecto residía en mostrar que la influencia casi física del arte provoca sufrimientos espirituales en el espectador y sólo en el caso de alguna reacción del éste se puede decir que la obra artística “está realizada”, que es obra cuando obtiene una reacción por parte del público. Además, el efecto de este arte es más exitoso, lo más negativo el resultado de tal comunicación (la gente se va con el peinado destrozado por la fuerza del viento). El hecho de que la obra por sí misma viole el modo convencional de comunicación entre el espectador y el arte, el hecho de que por su efecto negativo la obra se muestre como 'asocial', no cultural y egoísta, demuestra, según los autores, el espíritu vanguardista del arte.

Esta vez, Miznikova y Provorov presentan el cortometraje experimental ‘La Inspiración’, mostrando a un ser humano desesperado y perdido en un ambiente raro e inquietante. La corriente del río arrastra a un bote con sus ocupantes con la mirada clavada en el agua. El video provoca muchísimas sensaciones, desde la espectación porque algo vaya a suceder, hasta el miedo a la Naturaleza. “Además, la impresión visual hace alusiones a la existencia de una dimensión oculta del mundo y la esencial igualdad entre el Ser Humano y la Naturaleza”, se destaca en el mensaje oficial de los artistas.

Victor Alimpiev

Las obras de este participante de la Bienal de Venecia en el año 2003 destacan por su carácter lírico. Según el propio artista, la poética de su arte está basada en “la angustia por lo ausente”. Constata la ausencia de lo sublime en el mundo real y trata de reflejar esto. Muchos críticos de arte moderno ruso destacan que el video de buena calidad de diferentes proyectos de Alimpiev es muy poético, refinado, pero vacío, ya que a la complejidad de sus originales decisiones cinematográficas sobre montaje, luz y composición, le falta un sentido, como si fuera un puro experimento, estudio o ejercicio de un estudiante de la facultad de cinematografía. Llaman a su arte 'la poesía intuitiva pasada por el proceso de las altas tecnologías'.

El proyecto que presenta en el Festival Internacional de Cine en Venecia lleva el nombre de ‘El Débil Rot Front’ y es un “ensayo pantomímico bajo el tema filosófico de un ‘puño débil". El símbolo del puño débil lleva implícito el sentido de “no de agresión, sino unión, apoyo y objetivo mutuo”.

Rustam Jamdámov

Su lenguaje artístico es muy detallado y preciso y está anclado en la cultura de las bellas artes en el cine, según destacan los expertos. “En sus dibujos siempre se puede distinguir la calidad, factura, antigüedad y valor del encaje, los anillos, las horquillas y los sombreros” que aparecen, afirma el realizador Dmitri Alekseev que trabajó con Jamdámov en la película ‘Los Brillantes’, presentada en el programa ‘Horizontes’. “Rustam es un dibujo sobre tapiz: es infinito, calmado y, a pesar del abigarramiento, siempre trata de lo único y lo principal”.

El destacado director, guionista y artista ruso posee un singular lenguaje cinematográfico de asociaciones y metáforas. Sus pinturas están en las colecciones de la Galería Tretiakov y del Hermitage y en las colecciones privadas. En el mundo artístico es conocido tanto por sus decoraciones para teatros, como por sus trajes para ballet y su casa de alta costura para extranjeros. Entre sus obras de cine están ‘Alegrías imprevistas’, ‘Anna Karamazoff’ y ‘Paralelas Vocales’. Aunque las dos primeras tiene un destino oscuro y ahora no se puede ver, Jamdámov es citado  los mejores directores de cine. A pesar de todo esto, se sabe poco de este director y el mundo artístico ruso repite las palabras del famoso guionista Tonino Guerra “Jamdámov es un persona muy enigmática”.

Una información sobre su nuevo proyecto, ‘Los Brillantes’, abrió la revista sobre cine de San Petersburgo Seance, que publicó las reflexiones sobre esta película del equipo que trabajó con el misterioso director.

“Rustam Jamdámov es patrimonio nacional. Debe rodar y así marcar la pauta, determinando la dirección del desarrollo de la cultura. Cada camarógrafo depende del director. Todos nosotros esperamos que alguien nos haga trabajar en lo máximo, nos ayude tocar algo muy significativo. Cuanto nos preparamos para el rodaje, Rustam nos explica cada imagen, me hace escuchar música, habla sobre estilos y épocas, explica cómo cambiaban las ideas sobre lo hermoso, sobre la belleza. El inicio del trabajo en el plató lo asocio con una flecha, con el pique de un triángulo. Es el movimiento de preparación hasta el momento en el que se enciende la cámara. En este momento se concentra toda la energía. Y eso es pura magia”, destaca Serguéi Mokritski, el camarógrafo de ‘Los Brillantes’.