Cien habitantes subterráneos de los Urales
Con el nombre común 'estajanovista', por el nombre del minero Stajánov, llamaron a los que aumentaban la productividad del trabajo varias veces, el fotógrafo documentalista Gleb Kosorúkov así llama a cualquier minero ruso, 100 personas que presenta en su proyecto singular. La hazaña de estos hombres está simplemente en que sobreviven en las condiciones de su trabajo y vida, destaca el fotógrafo. Así son semidioses. La muestra de sus retratos 2x3 metros se celebrará en la región Sverdlovsk durante el Primer Industrial Bienal del Arte Moderno en los Urales.
“Los habitantes de las cuencas carbonífera subterráneas, entre las chispas de piedras y la espuma negra, un verdadero Mar Negro con las olas esculpidas. Aquí están, cubiertos por la pólvora de grafito, los demonios con los cansados y vivos ojos humanos, salen agotados a la luz, pero todavía laten los farolitos anaranjados por costumbre iluminando el camino de cada paso nuevo. Tan prosaicamente, cada día salen arriba dejando atrás un trabajo importante, adulto, verdadero, hecho”, deja su impresión el usuario Arelate tras la visita de la exposición en San Petersburgo.
Los mineros del fotógrafo, cuya profesión sigue siendo una de las más peligrosas para la vida y la salud, reflejan el arquetipo entero de clase obrera. La exposición está en una sala semioscura, donde la luz reacciona al movimiento de los visitantes.
“Son incomparables: viejos y jóvenes, serios, agotados, un poco pensativos, indiferentes, ingenuos y hasta soñadores. Al pasar entre ellos casi en la oscuridad a través de un 'bosque' de caras del revés de la exposición, acercas el fin de la sala y cuando giras para volver, te encuentras con todas las caras a la vez, el entero coro, iconostacio, sinfonía, se puede llamarlo como uno quiere. Y no hay fin a esta caras, estás a solas con la gente de debajo de la tierra, con los en la piel de caras y sus pulmones se enraizaron los trosos de la tierra para siempre”, destaca dear_redakcia.
La grabación se realizaba en la región de la ciudad Donetsk, Ucrania, en la Mina Stajánov. “Stajánov no es el héroe del proyecto, sino su símbolo. Desde su hazaña, el trabajo se convirtió en valor”, afirma el autor de la exposición. No todos consentían fotografiarse, considerándolo una provocación. Después de su turno de 6 horas de trabajo a 1,120 kilómetros bajo la tierra pasaban. Se pararon aproximadamente una de cada cincuenta personas. “La mayoría de ellos simplemente se incomódan de su situación: casi nadie tiene orgullo por ser un minero, además en nuestra conciencia de sociedad el representante de la clase obrera, durante los últimos 20 años se convirtió en marginal”, recuerda Kosorúkov.
No sólo los retratos componen el proyecto 'Cien Estajanovistas', sino también un vídeo, grabado a base de motivos de la obra de los hermanos Lumière ‘Salida de los obreros de la fábrica Lumière en Lyon Monplaisir’ (1895). El ritmo disminuido y el ángulo de la punta de vista de grabación crean la sensación de que caminan unos gigantes, los mineros en la película parecen a los dinosaurios revividos.
El fotógrafo Gleb Kosorúkov está reconocido en el nivel internacional por sus trabajos en las revistas y periódicos Vogue, New York Times, Guardian,Time, Newsweek, Stern. Haga clic aquí para ver sus otros trabajos.
El minero Alexey Stajánov hizo el récord de la productividad de trabajo por la noche de 30 a 31 de agosto de 1935 al haber extraído 102 toneladas de carbón por 5 horas y 32 minutos lo que es 14 veces más grande de la norma de un minero entonces. Esto puso el inicio de una campaña de 'gran arranque (tirón)' con el objetivo del aumento brusco de la productividad del trabajo y la efectividad de producción en la industria y agricultura. Solo unos meses se necesitaba para que el moviemiento estajanovista se apoderase de todo el país. Los centencas de los obreros y coljosianos competían mostrando los indicios altos sin precedentes. Así desde aquel momento nació el término 'la hazaña del trabajo' y en el año de 1938, el título del Héroe del Trabajo Socialista. Esto fue el grado alto de сondecoración que equivalía a un Héroe de la Unión Soviética.
El carbón compone el 44% en la circulación de energía de la civilización. Es dos veces más grande en comparación con la parte de gas o petróleo y casi 2 veces de la energía atómica. Con esto, este porcentaje se crece. En el año 2000 fue uno 40% y en 2020 puede conseguir 48%. Según las estimaciones de los especialistas, en 30 años las reservas de petróleo se agotarán en 70%, de gas, en 60%, pero de carbón solo en 20%. Su valor como la fuente de hidrocarbono y gas, tecnologías de la producción de qué están conocidos, se incrementará inmensamente.