Debido a la reciente subida del precio de los hidrocarburos muchos productores estadounidenses de petróleo de esquisto vuelven a la rentabilidad y aumentan la oferta mundial del crudo, ejerciendo una presión aún mayor sobre el precio del fósil.
Según el informe mensual publicado por la OPEP, los países del golfo Pérsico que representan la mayor fuerza dentro de la organización podrían responder al reciente repunte en los precios de petróleo incrementando la producción del crudo en 1.200.000 barriles diarios para mantener su cuota de mercado y desbancar a los productores estadounidenses en el mercado más lucrativo de América del Norte.
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Esto sucede en medio de un panorama de consumo poco alentador. Con los depósitos llenos de petróleo barato EE.UU. ha dejado de ser el mayor importador de crudo. Es más, el reciente despegue de los precios de hidrocarburos propicia que los productores de petróleo de esquisto vuelvan al mercado. Los analistas de la IEA indican que gracias a la mayor eficacia y a la reducción de costes, las empresas norteamericanas han logrado ser rentables con precios de 60 dólares por barril.
El efecto conjunto de los tres factores será bastante negativo para el mercado. Con una mayor oferta en el mercado y una demanda cada vez más escasa, los analistas de la IEA vaticinan otro dramático descenso de los precios.