Los gobiernos de Puerto Rico y Grecia afrontan crisis financieras semejantes: ninguno tiene liquidez suficiente para pagar el dinero que les fue prestado, informa 'The Washington Times'.
Entre los rasgos que asemejan ambas realidades destacan la enorme evasión fiscal, la corrupción gubernamental y la falta de transparencia que aqueja a sus finanzas públicas.
Además, ni Puerto Rico ni Grecia gozan de la posibilidad de devaluar sus actuales monedas para fortalecer su competitividad económica.
Al mismo tiempo, existen ciertas diferencias. Según los economistas, la crisis económica de la isla caribeña no es tan complicada como la de Grecia, dado que la economía de Puerto Rico está integrada en la de EE.UU. y recibe inyecciones de fondos federales. Asimismo, la deuda per cápita en Puerto Rico es menor que en Grecia.
Sin embargo, a diferencia de Puerto Rico, para Grecia es más fácil declararse en bancarrota. Incluso puede abandonar el euro y buscar préstamos de emergencia en las instituciones internacionales.
"La deuda de Grecia la posee en primer lugar el FMI, después la Comisión Europea y el Banco Central Europeo. En nuestro caso se trata de miles de bonistas. Por lo tanto, los procesos de renegociación son distintos, porque Grecia se puede sentar con cuatro o cinco personas y Puerto Rico no puede sentarse con un representante de todos los deudores", asegura el economista puertorriqueño Elías Gutiérrez.