Reforma energética de México: ¿despojo de los recursos del país o solución del problema?
Empresas extranjeras ya se encuentran en un proceso de licitación para poder extraer y vender este hidrocarburo en México, según lo propuesto por el presidente Enrique Peña Nieto en su reforma energética. Desde 1938 hasta hoy, la empresa mexicana Pemex ha sido la única compañía petrolera que explora, explota, refina y comercializa este recurso y da ganancias para el Estado. Con la nueva política, la compañía puede dejar de serlo.
"Pemex va a desaparecer. El objetivo de la reforma es establecer un sistema energético de acuerdo con las reglas del mercado (…) y eso significa que Pemex tendría, como formalmente lo dicen, que competir con las enormes empresas norteamericanas anglosajonas en general", dice Manuel Bartlet, senador del Partido del Trabajo.
Las autoridades alegan, a su vez, que con esta reforma Pemex no desaparecerá, solo se reestructurará, y aseguran que los recursos energéticos seguirán siendo de los mexicanos y que habrá beneficios como la creación de cerca de medio millón de empleos en este sexenio y 2,5 millones más para 2025 en todo el país.
"Es lo mejor que le ha pasado al país"
David Penchyna, senador del Partido Revolucionario Institucional, opina que la mencionada reforma "es lo mejor que le ha pasado al país". "La reforma energética lo que abre es opciones de exploración y producción, atrae inversión, atrae ciencia y tecnología. No quiero imaginar este país ante un escenario de bajos precios del petróleo si no hubiéramos hecho la reforma", argumenta el político.
"Eso se va a traducir en más y mejores empleos, que es lo que la gente está esperando, requiere y demanda", agrega Penchyna.
Desde hace varios años, México buscaba una reestructuración en materia energética para generar mayor inversión y por ende tener crecimiento económico, especialmente a raíz de la bajada de los precios del petróleo.
"Es pérdida neta de riqueza para el país"
Sin embargo, hay expertos en economía que no comparten las conclusiones de Peña Nieto y consideran que aunque haya más empleos y producción, el país perderá su ventaja competitiva a nivel internacional. "Estratégicamente hemos perdido, hemos retrocedido fuertemente. Necesitábamos otro tipo de reforma energética", dice el economista Sergio O. Saldaña.
Necesitábamos otro tipo de reforma energética
Por ejemplo, suponiendo que un barril de petróleo costase 100 dólares, cerca de 98,7 dólares se quedarían ahora en México. Después de la reforma se quedarían solo 14. Saldaña precisa que "entonces esos 86 dólares se estarán yendo al extranjero, es pérdida de riqueza, es pérdida neta de riqueza para el país".
Los partidos de izquierda describen a la reforma energética como un despojo a los recursos de la nación y aseguran que EE.UU. estuvo detrás de su aprobación. "Hay alguna prueba de que Hillary [Clinton] metió la mano o [Carlos] Pascual, que fue el embajador de aquí", dice Bartlet, del Partido del Trabajo.