Cómo las 'ondas de choque' del 'Brexit' pueden golpear la economía de EE.UU.
La posible salida del Reino Unido de la Unión Europea puede "enviar ondas de choque" a toda la economía mundial y, de forma especial, a la estadounidense, advierte la analista financiera Ylan Q. Mui en 'The Washington Post'.
Mientras los ciudadanos británicos se preparan para votar el próximo 23 de junio en un referéndum sobre la permanencia o salida de su país de la Unión Europea, legisladores y expertos internacionales aumentan sus advertencias sobre los peligros de un eventual 'Brexit'. Por otro lado, la volatilidad del mercado financiero mundial también se ha disparado impulsada por las encuestas que muestran un creciente deseo de los votantes de abandonar el club comunitario.
La decisión del Reino Unido de salir del bloque tendría "consecuencias considerables para las empresas estadounidenses", asevera Ylan Q. Mui, que hace hincapié en que EE.UU. es el mayor inversor individual en el Reino Unido, y numerosas empresas estadounidenses consideran este país como la "puerta de entrada al libre comercio con los 28 países que conforman la UE".
Por lo tanto, argumenta la autora de la publicación, el 'Brexit' pondría en peligro el acceso de bienes y servicios estadounidenses a los mercados, lo que podría reducir los ingresos y obligar a algunas empresas a considerar la reubicación de sus operaciones europeas en otros lugares.
El 'Brexit' sería "malo para el Reino Unido, malo para Europa, malo para el mundo, incluido EE.UU.", advierte José Ángel Gurría, secretario General de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, citado por la periodista.
Básicamente, todos dicen más o menos lo mismo. Es decir, que no hay duda de que la economía lo pasará mal
El Fondo Monetario Internacional hizo pública el pasado viernes una de las previsiones más graves hasta la fecha, calificando el impacto de la posible salida de Reino Unido de la Unión Europea de "negativo y sustancial", preocupación que ha hallado eco en las declaraciones de los responsables políticos de todo el mundo.
En Washington, la presidenta de la Reserva Federal, Janet Yellen, señaló que la amenaza del 'Brexit' se tuvo en cuenta en su decisión de mantener la tasa de interés de referencia sin cambios la semana pasada.
"Básicamente, todos dicen más o menos lo mismo. Es decir, que no hay duda de que la economía lo pasará mal", sostiene Jacob Kirkegaard, investigador principal en el Instituto Peterson para la Economía Internacional.
Mientras tanto, los mercados financieros ya están empezando a sentir los temblores, incluido en EE.UU., donde los rendimientos de los bonos del Tesoro cayeron a niveles mínimos desde 2012.
"Nadie sabe cómo sería el mundo con el Reino Unido fuera de la UE"
El desafío del 'Brexit' está llegando en un momento ya difícil para la economía de Europa y también para la del mundo, recuerda la autora del artículo. En su opinión, "si bien los mercados financieros serían los más afectados por el impacto inmediato del 'Brexit', el referéndum plantea preguntas más profundas para las empresas de ambos lados del Atlántico".
Y es que, si el Reino Unido decide abandonar la UE, tendría que pasarse al menos dos años elaborando los términos de su salida, "con todas las señales que apuntan a una negociación enconada", explica la periodista. Por otro lado, también tendría que conseguir acuerdos comerciales con países de todo el mundo, incluido EE.UU. Un proceso que podría llevar años.
"En este momento, nadie sabe cómo sería el mundo con el Reino Unido fuera de la UE", puntualiza Emanuel Adam, máximo responsable de política y comercio del grupo BritishAmerican Business. "Esto por sí solo crea una incertidumbre que las empresas no desean ver", añade.
Los problemas en un lado del Atlántico pueden emigrar fácilmente al otro lado
EE.UU. exportó 56.000 millones de dólares en bienes al Reino Unido el año pasado, mientras que su inversión allí ascendió a 588.000 millones. Del mismo modo, el Reino Unido ha invertido cerca de medio billón de dólares en EE.UU. y emplea allí a más de un millón de trabajadores. "Esos lazos profundos significan que los problemas a un lado del Atlántico pueden migrar fácilmente al otro lado", asevera la periodista.
Algunas grandes empresas de EE.UU., como el gigante de la maquinaria pesada Caterpillar o la división británica de Ford, ya se han pronunciado a favor de la permanencia del Reino Unido en la UE. Asimismo, los grandes bancos de Wall Street, como Citigroup, Goldman Sachs, JP Morgan y Morgan Stanley, supuestamente han donado cientos de miles de dólares a 'Britain Stronger in Europe', campaña por la permanencia del Reino Unido en el bloque.