Efecto dominó: la caída de la clase media de EE.UU. puede empobrecer a millones en América Latina
A medida que el libre comercio comienza a ser mirado con desconfianza por amplios sectores de EE.UU. y sus dirigentes se proponen revisar -o hasta eliminar- los tratados de ese ámbito, las economías de América Latina ya comienzan a preocuparse por las consecuencias de semejantes decisiones.
¿Por qué debería haber una repercusión directa? Porque sus exportaciones dependen de la situación financiera de las industrias estadounidenses. Por eso, a medida que el intercambio se pone bajo la lupa, las expectativas de crecimiento económico en América Latina se vuelven cada vez más negativas.
Un ejemplo de las ventajas de los acuerdos de libre comercio es la industria automotriz en México, donde, desde el 2010, se crearon 100.000 empleos, con su consiguiente fortalecimiento de la clase media, publicó la BBC. El dinero que solventó ese crecimiento provenía, principalmente, de EE.UU.
No obstante, las perspectivas marcan que las cosas podrían cambiar. Para el precandidato presidencial republicano, Donald Trump, el Tratado de Libre Comercio con México y Canadá es "el peor de la historia", por lo que podría darlo por finalizado. Este tipo de consigna arrastra a la clase media de su país, que cayó del 61% al 50% en los últimos 65 años y podría beneficiarse con el impulso a la industria local. Es decir, el deterioro de los trabajadores estadounidenses deriva en un debilitamiento del respaldo político al sistema de libre comercio, algo que también mencionó la demócrata Hillary Clinton.
Por lo tanto, una renegociación de las condiciones comerciales no podría tener otro resultado que una caída de la economía latinoamericana y de su clase media.
Números a la baja
En este marco, las variables económicas de la región no son las mejores, por lo que la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) revisó las proyecciones para este año con una tendencia a la baja. A nivel general, los 33 países analizados pasaron de una perspectiva de crecimiento del 0,2% en enero a una contracción del 0,6% en abril.
En el caso particular de México, la perspectiva se contrajo del 2,6% al 2,3%; Chile redujo sus previsiones del 2,1% al 1,6%, mientras que Argentina pasó del 0,8% al -0,8%.
Entre los motivos que explican esta caída, según la Cepal, están "el bajo crecimiento de los países desarrollados, una importante desaceleración en economías emergentes, en particular la de China, la creciente volatilidad y costos en los mercados financieros, y los bajos precios de las materias primas, en particular hidrocarburos y minerales".
Por último, el organismo discrimina por región y detalló que "las economías de América del Sur, especializadas en la producción de bienes primarios, en especial petróleo y minerales, y con creciente grado de integración comercial con China, registrarán una contracción del 1,9%", mientras que las centroamericanas tendrán una tasa de crecimiento del 3,9%, un 0,4% menos que la del 2015.